Duarte, un hombre de acción
La idea de un hombre pasivo y soñador que muchos dominicanos tienen de Juan Pablo Duarte dista de lo que la historia registra sobre el Padre de la Patria, de cuyo nacimiento se celebran hoy 209 años.
Si bien se encontraba en tierras lejanas el 27 de febrero de 1844 -ausencia que obedeció a la persecución iniciada en contra suya y de sus correligionarios por las autoridades haitianas-, el fundador de la nacionalidad dominicana puso de manifiesto una y otra vez su carácter dinámico y proactivo. Estos seis episodios lo demuestran:
1. En 1838 funda La Trinitaria, sociedad secreta de carácter revolucionario cuyos miembros se comprometían a ganar prosélitos y hacer propaganda en favor de la idea separatista. A través de esta organización (fundaría también La Filantrópica y La Dramática) dirigió trabajos conspirativos que resultaron, seis años más tarde, en el nacimiento de la República Dominicana.
2. Duarte alcanzó el rango de capitán de su compañía en la Guardia Nacional, a la que ingresó como furriel en el año 1834. Desde el seno de esa institución no solo podía adquirir formación militar, sino también desarrollar parte de su labor conspirativa.
3. De forma estratégica y en pro de la causa independentista, el ilustre hijo de Juan José Duarte y Manuela Diez se involucró en la política haitiana. Apoyó la revolución de 1843 contra Jean-Pierre Boyer y tras el derrocamiento de este, formó parte de la Junta Popular de Santo Domingo y se le comisionó para instalar juntas en otras poblaciones. Concurrió a las elecciones municipales del 15 de junio de aquel año y derrotó a los candidatos del gobierno de la ocupación (luego de la revolución, Charles Hérard enfila hacia Santo Domingo con su ejército y Duarte, perseguido, se esconde de casa en casa por varios días hasta que se ve obligado a abandonar la isla).
4. En 1844, ya proclamada la República, Duarte retorna al país. Por instrucción de la Junta Central Gubernativa, va al sur a “cooperar” con Pedro Santana “en la defensa de la patria”. El trinitario propone atacar al ejército enemigo en Azua, pero el hatero no es partidario de esta estrategia, sino de la táctica de la defensa. Más adelante Duarte también expresaría a la Junta su disposición de participar en una expedición militar en el Cibao para atacar por la retaguardia al ejército de Hérard.
5. Tras el golpe del 9 de junio de 1844 encabezado por los trinitarios, el libertador dominicano recorre la zona norte del país a fin de apaciguar las luchas intestinas y fortalecer la tendencia liberal que defendía la independencia pura y simple. Es en medio de esa labor que lo apresan para luego expulsarlo “a perpetuidad” de la nación que ayudó a fundar.
6. Enterado de la anexión a España y del inicio de la guerra restauradora, no se queda de brazos cruzados. El patricio, que por entonces tenía dos décadas en Venezuela, fleta un buque en 1864 y se dirige a República Dominicana. Trae consigo armas y dinero para ponerlos al servicio de los restauradores.