Se fue a Las Bahamas y ahora no aparece

Una madre, una tía y tres hijos en incertidumbre por no saber si María Estefa­nía Báez Paniagua (Fani) está viva o si iba en el bo­te que naufragó frente a La Florida, EEUU, el 23 de enero pasado.

Este es el círculo familiar más cercano de Fani, una banileja de escasos recur­sos económicos, que viajó de forma ilegal el 8 de no­viembre hacia Bahamas para llegar a Estados Uni­dos, y que se mantuvo en contacto telefónico desde allí hasta las 4:00 de la tar­de del 22 de enero. Tam­poco saben nada del espo­so de ella que le siguió los pasos en otro viaje ilegal la primera semana de enero.

Es que los viajes ilegales desde Baní a Estados Uni­dos parece que tienen la ruta de Las Bahamas des­de hace tiempo. Aunque el detonante fue el grupo que salió el 15 de enero des­de Baní y cuyos familiares han confirmado la muerte de Wilkin Romely Méndez Pérez, de 18 años, y Yunior Pascual Santos Báez, de 49 años.

Si los viajes ilegales se tra­taran de una epidemia en República Dominicana, Ba­ní sería como el epicentro de las tragedias, desde di­ciembre pasado con los 11 fallecidos en el accidente de Chiapas, México.

Es posible que Fani aborda­ra el yate que zozobró.

“Dicen que subió al bote y otros dicen que no subió, pero yo tengo la esperanza de que está viva”, declaró su madre, doña Josefa Pa­niagua a Listín Diario, entre lágrimas, en su modesta vi­vienda de la comunidad de Escondido, en Baní.

Fani, de 33 años, una traba­jadora incansable, dedicada a la venta de ropas y otros negocios, fue obrera en una importante empresa bani­leja, y salió con la esperan­za de darles mejores con­diciones de vida a sus tres hijos y a su madre, una viu­da que está desempleada.

Tiene tres hijos: el mayor, de 14 años, cargaba en sus piernas a la más pequeña de 8, y el de 10 años esta­ba a su lado. Atentos, so­lo escuchaban lo que de­cían su tía Catalina Arias y su abuela Josefa. Los ojos de los niños estaban tris­tes y se mantenían atentos a los que decían los adul­tos. Ellos también espe­ran que su progenitora es­té con vida.

7,500 dólares
Cuentan que Fani estaba con otra banileja en Baha­mas, pero que a ambas les dieron un tumbe de 7,500 dólares que tenían cada una para el pago del yate que las llevaría a Florida.

A la compañera de Fani, cuyo nombre ellos desco­nocen, le enviaron el dine­ro y pudo costearse el bote a La Florida. Fani aunque recibió ayuda enviada des­de Baní, no completó ese monto.

“Ella me decía que estaba bien, que estaba comiendo, para no mortificarme”, de­cía la madre.

Mientras la tía refutaba, “a mí me decía la verdad, que pasaba hambre, que esta­ba desesperada, que en una ocasión tuvo que mojar un poco de avena para tragar­la. Que la tenían en una ca­sa donde sólo veía a la mu­jer que iba a limpiar”.

SITUACIÓN
El epicentro.

Su esposo salió en otro viaje ilegal hace unas tres semanas. Baní se ha convertido en el epicen­tro de la epidemia de los viajes ilegales. El sueño de esta pareja era juntar­se en EEUU.

Informe oficial.
El viceministro de Rela­ciones Exteriores, Jatzel Román, publicó en su cuenta de Twitter que han hecho contactos con familiares de cuatro dominicanos que posi­blemente iban en la em­barcación que zozobró, pero que “actualmen­te no hay confirmación oficial”.