Fin de las restricciones

El Plan de Vacunación ha sido sin duda uno de los grandes logros de este gobierno. Por la disponibilidad de dosis pero también por una logística eficaz apoyada en el Programa Nacional de Vacunación que durante tanto tiempo ha sido una garantía de la medicina preventiva.

El éxito comprende también el respeto a la libertad individual. Las restricciones han sido las mínimas, entendibles además, y se fue cerrando y abriendo la actividad de acuerdo con las necesidades que marcaba la evolución de la pandemia, pero sin cierres ni confinamientos abusivos.

El resultado es una letalidad mínima y un sistema de salud que aunque en los primeros meses se vio muy presionado, respondió con dedicación extraordinaria y responsable.

Vuelve la normalidad, aunque ya los ciudadanos hacían vida normal. El sector educativo es ahora el que debe ser rescatado porque las consecuencias han sido demoledoras, no solo aquí, también a nivel continental.

Queda una deuda que saldar: la salud mental de grupos de población se ha visto afectada y deberán ser atendidos.