Los contingentes en “mal tiempo” afectan arroceros
El sector arrocero dominicano representa un pilar fundamental de la producción agropecuaria y la economía nacional.
Unos 32 mil productores se dedican a tiempo completo a producir ese cereal, en tres millones de tareas distribuidas en 14 provincias.
“Sin embargo, a pesar de que la producción nacional de arroz en el año 2020 alcanzó 13.5 millones de quintales y 14 millones de quintales en el 2021, el gobierno, a través del Ministerio de Agricultura, autorizó la importación de arroz superior a las 36 mil toneladas (792,000 quintales)”, indica el economista agrícola y productor Winston Marte.
Según sus cálculos, ese volumen de importación incrementa los inventarios de arroz en los canales de comercialización, provocando una disminución de los precios pagados al productor por parte de los procesadores del sector.
El Ministerio de Agricultura publicó el día 4 de febrero del presente año la asignación de 21,900 toneladas de arroz (481,000 quintales) bajo el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta). Esa asignación –explica Marte- debió ponerse en vigencia el día primero de enero para evitar la entrada de más arroz al país en momentos de plena cosecha y que eso deprima los precios a pagar por la fanega a los productores.
“La situación que hay es que, específicamente en la Linea Noroeste, hace 15 días que se inició la cosecha y aún se mantienen los precios del año pasado, que no cubren los costos de producción”, indica.
Calcula que una fanega de arroz en cáscara (100 kilogramos) está a 2,325 pesos, mientras el costo de producción, que rondaba los 7,000 pesos por tarea, se incrementó a 9,500. Ese incremento de costo ha sido empujado a la vez por el alza de precios de los fertilizantes, plaguicidas, insumos y servicios necesarios para la producción. Mientras, la Federación Nacional Productores de Arroz (Fenarroz) ha realizado encuentros en las principales provincias productoras del grano, en procura de unificar al sector sobre la situación (definida como grave por la organización) y reclamar a las autoridades la definición de un precio que permita cubrir los costos de producción y obtener un margen mínimo de rentabilidad.
A diferencia de lo que ocurre con otros productos agrícolas, en el caso del arroz los precios no se fijan por la libre o antojadizamente por el productor o el molinero, sino que los determina Comisión Nacional Arrocera (Cona), dejando claramente establecido un “piso” y un “techo” de precios. En la práctica es así.
La Cona está integrada por una representación de los productores de arroz, una representación de los procesadores privados o dueños de factorías (molineros), una representación de los parceleros de Reforma Agraria y de las autoridades del sector público, en este caso del Ministerio de Agricultura.
Lo que ha ido pasando
La Fenarroz ha participado en las reuniones de la Cona, entidad donde en los últimos 20 años se lograban los consensos y acuerdos necesarios para fijar el precio mínimo y máximo del arroz en cascara. “Se había tenido una estabilidad por más de dos décadas, de precios hacia los productores, en el sentido de la compra del arroz, y de precio del producto terminado hacia los consumidores”, recuerda Winston Marte.
Gracias a los avances tecnológicos y al desarrollo de dos nuevas variedades de arroz (Juma 68-18 y Juma 69-20), liberadas en el 2018 y 2019, el volumen de producción de arroz oscila entre los 13 y 14 millones de quintales de arroz blanco por año, cantidad suficiente para satisfacer la demanda nacional.
Eso indica que, más allá de lo que por ley está autorizado por el DR-Cafta, como contingente arancelario, no se requiere por el momento de mayores importaciones para cubrir la demanda local.
Se estima que la producción de arroz genera una economía nacional unos RD$18,900 millones y entre 250 mil y 280 mil empleos directos e indirectos.
Se trata del cultivo alimenticio más importante para los dominicanos y de mayor impacto socioeconómico en el país.
Un fuerte golpe si llegan cuando se cosecha
El hecho de que el arroz se coseche en 14 provincias, significa que impacta casi en la mitad del país, tomando en cuenta que existen 32 provincias.
Tradicionalmente, el arroz que entra como contingente arancelario y cuando ha habido necesidad por desabasto lo hace en enero-febrero y entre finales de noviembre y diciembre, que son tiempos en que las cosechas del cereal han pasado. Sin embargo, las importaciones últimas se han visto específicamente en abril y septiembre, asegura Winston Marte. En abril entra la primera cosecha de primavera (lo hace el Cibao, aunque Monte Cristi y la Línea Noroeste inicia quizás un poco antes) y luego en agosto-septiembre y octubre está la otra parte de la cosecha.
La entrada Los contingentes en “mal tiempo” afectan arroceros se publicó primero en Periódico El Caribe.