Elevados costes de producción, puede verse lastrada la alta demanda turística

Después de dos años de supervivencia económica por parte de las empresas turísticas, 2022 parecía convertirse en el año en el que la recuperación podría estar muy patente. No obstante, la coyuntura internacional puede provocar que el reestablecimiento de la demanda no se convierta en una recuperación económica como consecuencia de los elevados costes de producción a los que se enfrenta el sector.

Esta es la conclusión que se ha extraído de la mesa redonda sobre la situación económica del sector que ha tenido lugar en el VI Congreso Internacional de Calidad y Sostenibilidad turísticas del ICTE, que se celebra estos días en Cartagena. Y es que el futuro que debía de mostrarse claro se ha enturbiado como consecuencia del conflicto en Ucrania.

José Carlos Díez, economista, detalla que la crisis a la que nos enfrentamos es múltiple, pero donde el precio del gas marca la diferencia. La demanda de gas se ha distorsionado por culpa de China, asegura, que produce ahora más electricidad mediante este tipo de combustible, provocando el incremento de los precios para el resto del mercado mundial. No es previsible que el precio baje en un periodo de dos o tres años, añade, por lo que recomienda que el mundo se adapte a la nueva realidad, apostando por el autoabastecimiento.

Mediante la instalación de placas fotovoltaicas, se consigue solucionar el problema de los altos costes de la electricidad, pero no es lo único a tener en cuenta. Y es que la reducción de medidas contra la COVID-19 han permitido un aumento de la demanda impresionante, asegura, con un escenario positivo para nuestro país. Pero la demanda no necesariamente compensaría en las cuentas el impacto del aumento de los costes.

Además, la demanda puede verse menguada como consecuencia de la inflación, ya que se ha reducido el poder adquisitivo de las familias, aseguró el economista. De esta manera, advierte de que si intentamos mantener los márgenes de beneficios y el poder adquisitivo como si el gas no hubiera subido, los números no sale. Además, avisa: Si intentamos protegernos, provocaremos una espiral inflacionista, que es el momento en el que nos encontramos. Podemos llegar al 6% de inflación subyacente en el marco de los próximos tres meses.

A esta situación hay que sumarle, además, la subida de tipos de interés de Europa, que puede condicionar la situación financiera de España, al encontrarse con un nivel de deuda sin precedentes, un 50% por encima de los niveles del rescate que se vivió en la crisis de 2008. Por ello, la reducción de impuestos no debería de estar contemplado en los planes de los gestores económicos.

Esta situación es compartida también por Jorge Marichal, presidente de Cehat, que confirma que los costes están subiendo un 25%. Tenemos que tener en cuenta que el negocio no es solo vender, sino vender más de lo que gastas, confirma, señalando que los precios no se pueden incrementar en muchas ocasiones.

El sector italiano, endeudado

Otro país Mediterráneo que también está viviendo por partes iguales la recuperación de la demanda y el alza de precios es Italia. Antonio Barreca, director general de Federturismo, confirma que los datos de los primeros meses han sido “muy favorables”, y todo apunta a que lo seguirán siendo.

Sin embargo, exponen que la sombra son las deudas que tenemos tras la pandemia. Las empresas han recurrido a endeudarse con los bancos para sobrevivir, y a eso hay que sumarle el aumento de costes. Además, al igual que nuestro país, se enfrentan al reto de que en Italia “no encontramos trabajadores” para la temporada alta.

 La España Vaciada

Miguel Mirones, presidente del ICTE, también participó para poner sobre la mesa un problema al que se enfrenta económicamente España, y es a la pérdida de destinos durante la pandemia. Y es que en la España Vaciada, como señaló, se encontraban destinos consolidados, como las villas termales, que habían generado una infraestructura, pero, con el estallido de la COVID-19, estos destinos han desaparecido y hay que reconstruir un pueblo en el que todo ha cerrado.

Por ello, señala que corren peligro destinos tradicionales en el que los empresarios han desaparecido y han dejado atrás sus negocios, pero que o bien tienen que regresar o han de empezar de nuevo, convenciendo a nuevos empresarios a ofrecer el servicio que ya no se presta.

El milagro madrileño

Uno de los casos de éxito del sector durante la pandemia ha sido el denominado como “milagro” madrileño, que ha logrado atraer importantes inversiones que dinamizan el turismo, como señaló Gabriel García, presidente de AEHM. Lo de Madrid no ha sido milagro, sino trabajo, expuso, tras haber conseguido llamar la atención del turismo de lujo. Prueba de ello es que se han abierto cinco establecimientos de una categoría que antes Madrid no tenía. Hemos pasado de algo más de 20 a 35 hoteles de cinco estrellas, y los que van a venir, comentó.

Salir juntos de la crisis

Uno de los grandes logros que ha dejado esta crisis es que la colaboración público-privada ha sido fundamental para poder salir adelante, como apuntó Jaime Alberto Cabal, presidente de Empresarios Colombianos. En España, el Ejecutivo apostó por un sistema de garantías para los empleados y empresarios, algo similar que lo sucedido en Colombia y que les ha permitido salir en una situación mejor de la crisis de la COVID-19.

La superación de la crisis económica no habría sido posible sin la fuerte intervención del estado en articulación con las empresas. Los que no lo hicieron en colaboración, se equivocaron. En Colombia vivimos una auténtica colaboración público-privada, apuntó Cabal.

No obstante, de la crisis de la COVID-19 también ha sacado otras conclusiones, como la relevancia de la digitalización, la mayor penetración que ofrece el e-commerce en el público final, el aumento de exigencia de los clientes o la relevancia que está adquiriendo la sostenibilidad entre los viajeros.

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