¿Qué cambios se harán a la carrera docentes de excelencia?
La Normativa 09-15 que sustenta el Programa Docentes de Excelencia será modificada para sustituir la Prueba de Aptitud Académica (PAA), que es un requisito para estudiar bajo este esquema, por una prueba “ajustada al contexto dominicano” que diseñará el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
Por años se ha utilizado también la Prueba de Orientación y Medición Académica (POMA), cuyos estándares eran tan bajos que era aprobada por casi todos los postulantes.
La Normativa, que fue aprobada y publicada en diciembre de 2015, obliga a las instituciones de educación superior a garantizar las competencias a los futuros docentes en las áreas pedagógicas, curriculares y en gestión escolar. Bajo este esquema se forman los docentes de excelencia, cuyas carreras financia el Estado, a través del Ministerio de Educación.
La nueva propuesta, que será conocida en la sesión del próximo viernes que realizará el Consejo Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Conescyt), establece que como requisito específico para acceder a la carrera de Educación se implementará un nuevo sistema de ingreso.
El bachiller deberá aprobar la prueba POMA con el puntaje establecido por el Mescyt y “un conjunto de pruebas de conocimientos, vocacional y de actitudes que cumplan con los requisitos de validez interna y consistencia, que discriminen a los estudiantes de alto rendimiento y que tengan un valor predictivo del resultado estadísticamente significativo”.
También deberá someterse a una entrevista estructurada y participar en una convivencia organizada por la Institución de Educación Superior (IES), donde el aspirante realizará la carrera.
La nueva Normativa busca “contextualizar la prueba a la realidad dominicana, alineada al currículo vigente, diseñada por expertos nacionales e internacionales y que responda a los perfiles del docente y estándares de desempeño que requiere el sistema educativo dominicano”.
Dentro de los cambios se incluye la eliminación de la obligatoriedad de asistencia presencial, al menos cuatro días a la semana, a los estudiantes de magisterio y se pretende instaurar, bajo el Programa de Excelencia, las clases presenciales, híbridas y virtuales.
Este cambio se introducirá, a pesar de que un diagnóstico realizado por el Mescyt en 2011 evidenció que la mayoría de los programas de formación docente se realizaban los fines de semana (viernes en la noche y sábado día completo).
Perfil de docentes formadores
Se elimina el requerimiento de profesores de dedicación exclusiva, el requerimiento de profesores egresados de programas acreditados internacionalmente.
Se elimina el requerimiento en ascenso a lo largo de los años. Por ejemplo, anteriormente se exigía mínimo 20 % profesores con doctorado subiendo hasta 40 % en ocho años, en la nueva normativa solo se deja en 20 % para todos los años.
La propuesta que será discutida establecería que los docentes que sean incorporados por las IES a los programas de formación docente deben contar con la preparación académica requerida y tener como mínimo una maestría en el área específica que enseñan.
Un 10 % de los créditos impartidos en la carrera de licenciatura del nivel inicial, de la licenciatura del primer ciclo del nivel primario y de la licenciatura del segundo ciclo de primaria, y un mínimo de 20 % de los créditos para los programas de educación secundaria deben ser impartidos por profesores con doctorado y un mínimo de un 40 % de los créditos deben ser impartidos por profesores a tiempo completo.
Requerimientos de acreditación
Otra modificación que se introdujo a la Normativa es que se elimina la obligatoriedad de acreditación internacional de los programas de formación docente como mecanismo de aseguramiento de la calidad, y se sustituye por un postulado de “se crearán las condiciones…”, además se señala que la acreditadora puede ser nacional (algo que actualmente no existe).
Lo que se presentará al Consejo el viernes dispondría que “se crearán las condiciones, con el apoyo y acompañamiento sistemático del Mescyt y el Minerd, para que los programas de formación de docentes sean acreditados por una agencia nacional o extranjera habilitada para tales fines en un plazo no mayor a cinco años a partir de la fecha de aprobación de esta normativa”.
La norma vigente manda “crear un sistema de acreditación de instituciones y programas de educación superior bajo la rectoría del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, que cumpla con estándares aceptados por la comunidad académica nacional e internacional. Dicho sistema estará integrado por acreditadoras avaladas internacionalmente y su financiamiento provendrá del Estado, el sector privado y las Instituciones de Educación Superior”.
Distribución de créditos por programas
La modificación propuesta por el Mescyt reduce el número de clases disciplinarias requeridas, en algunos casos a menos de la mitad.
Por ejemplo, actualmente para ser profesor de matemáticas en el bachillerato se debe tomar 99 créditos de matemáticas, la nueva normativa lo reduce a 43 créditos. El esquema actual requiere que un profesor de segundo ciclo de primaria tome 20 créditos de lengua española, la propuesta del Mescyt lo baja a 13 créditos.
Cambios inquietan
Para el exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Juan Ariel Jiménez, quien participó en todo el proceso para la implementación de la Normativa 09-15, son preocupantes los cambios que eliminan varios elementos y requerimientos regulatorios relacionados a la excelencia en la formación docente, regresando al modelo de formación masiva de educadores que tanto daño ha hecho al sistema educativo.
“Estos son solo algunos elementos que llaman a preocupación, pero lo más inquietante es el cambio de paradigma en la formación de los futuros educadores que les tocará desarrollar los cimientos de la sociedad dominicana del mañana”, expresó Jiménez.
Explicó que las regulaciones pueden apuntar al modelo de sociedad que se quiere formar, o pueden apuntar hacia la rentabilidad y conveniencia de los regulados.
“De hecho, alguien dijo una vez: cuando la regulación busca complacer más que retar, lo que hace es eternizar el statu quo”, concluyó Jiménez.