¡A filo de paz!
Algunos buscan desesperadamente calmar sus ansiedades y perturbaciones sin éxito, con diferentes tipos de anestésicos o analgésicos, la manipulación mediática, el rechazo social y los fallos recurrentes son como la marea que levanta a todos los barcos a la vez; no confundas la paz que da Dios con un estado de ánimo, o con la tranquilidad que da tener el mundo resuelto y los retos bajo control, la paz que da Jesús es certeza de su presencia gobernando sobre toda adversidad, es de orden sobrenatural, es la espada del espíritu que divide de punta a punta tu realidad, sus efectos producen una inteligencia emocional estable, moderación y equilibrio perfecto contra la tentación, nos evita errar o rendirnos, es dominio propio en acción, coraje contra la intimidación y gozo sin limitación.
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