A más de una década, exhuman cadáver en Baní que se conserva incorruptible
Un caso que ha llamado poderosamente la atención de la población banileja es el estado de conservación que guarda el cadáver de una persona sepultada hace quince años y al ser exhumado por familiares resulta, para sorpresa de todos, que aún conserva sus características físicas casi intactas al día que fue enterrado.
Los restos mortales de Pedro Manuel Mejía Aguavivas (Manuel Maravilla) fueron sepultados en el cementerio municipal del Kilómetro 2, en Escondido, en el año 2006, luego de haber sufrido un accidente cerebrovascular que le quitó la vida.
Este jueves de Corpus Christi, día festivo, los familiares de Manuel Maravilla, decidieron exhumar su cadáver para llevarlo a otra sepultura en el cementerio nuevo del sector El Fundo, en la zona Norte de Baní, pero tremenda fue su sorpresa al descubrir que en vez de osamentas cadavéricas, el cuerpo sin vida del difunto Maravilla, permanecía casi intacto o en estado de momificación 15 años después.
El cadáver de Manuel Maravilla, un personaje conocidísimo en Baní en sus años de vida, quien laboró por muchos años como chofer de ambulancia en el hospital Nuestra Señora de Regla, se encontraba prácticamente intacto, ya que el proceso de putrefacción cadavérica en este no había operado.
Al observar el cadáver, todos pudieron ver que este cuerpo sin vida 15 años después conserva el pelo, piel, dentadura, bigotes, cejas, pestañas y hasta la ropa con la que le dieron el último adiós, aun se conservaba.
Esta momia permanece en tal nivel de resguardo que un hermano hasta colocó el cuerpo de pies, recostado de una pared y posó junto a este para demostrar que el proceso químico que corroe los cadáveres llevándolos a estados de putrefacción en tres o cuatro día, en Manuel Maravilla no había operado a pesar del tiempo.
Al consultar aquí sobre el caso al médico forense de la provincia, doctor Walter López, explica que este fenómeno es posible en zonas de altas temperaturas, donde se genera una deshidratación del cuerpo, que “en cadáveres excepcionales puede provocar un estado de momificación que podría durar entre 80 y 100 años” en perfectas condiciones de conservación.
Vecinos de diferentes sectores, a partir de esta noticia, han reportado casos de otros cadáveres que han presentado aquí situaciones similares, entre estos el de Felito Valera, sector Pueblo Abajo, 19 años después de su sepultura el cuerpo fue exhumado prácticamente integro, así como el de Rubén Lara, Pueblo Nuevo, después de 20 años.