Antetokounmpo ante los Hawks de Trae, último obstáculo a sus ansiadas Finales

Cansado de ser un MVP que no lucha por el anillo de la NBA, Giannis Antetokounmpo está a las puertas de sus primeras Finales con los Milwaukee Bucks con solo un último obstáculo por delante: los Atlanta Hawks del joven y descarado Trae Young.

Tras grandes frustraciones en playoffs en los últimos años, Antetokoumpo parece que tiene el camino más despejado que nunca para las Finales de la NBA, especialmente con su triunfo del sábado ante los Brooklyn Nets.

El griego salió vencedor de un épico duelo ante Kevin Durant con el que Milwaukee eliminó a los Nets en el séptimo partido de las semifinales de la Conferencia Este.

Este triunfo, consumado en una dramática prórroga, sacó a Durant y las otras dos superestrellas de Brooklyn (James Harden y Kyrie Irving) de la carrera de los playoffs, donde tampoco están ya Joel Embiid y sus Philadelphia 76ers, apeados por los Hawks.

Los Bucks, terceros de la fase regular del Este, contarán con la ventaja de campo ante los Hawks, quintos, en esta final de conferencia que arranca el miércoles en Milwaukee.

Para Antetokounmpo, ganador de dos MVP seguidos (2019 y 2020), es su gran oportunidad de demostrar que no solo es solo un cazador de premios individuales (también posee el de Mejor Jugador Defensivo de 2020), sino un líder capaz de llevar a los modestos Bucks al campeonato.

Alcanzar las Finales sería la recompensa a la apuesta que realizó el poderoso ala-pívot renovando en diciembre con Milwaukee, una franquicia con un solo anillo (1971) y alejada de los grandes focos de la NBA.

Con la rotunda eliminación en segunda ronda de 2020 ante Miami (4-1) todavía fresca, Giannis se comprometió por cinco años con Milwaukee a cambio de 228 millones de dólares, acabando con las ilusiones de sus grandes y numerosos pretendientes.

El griego unió su futuro a los Bucks, que lo eligieron en el número 15 del Draft de 2013, y la franquicia respondió reforzando la plantilla con el base Jrue Holiday y el alero PJ Tucker, cuya experiencia ha sido clave para endurecer al equipo en estos playoffs.

Los Bucks, curiosamente, también llegaron a anunciar de una forma irregular el fichaje del agente libre Bogdan Bogdanovic, por lo que acabaron siendo sancionados y viendo cómo el serbio fichaba por sus ahora rivales, los Hawks.

Antetokounmpo, que promedia 28,8 puntos, 13,6 rebotes y 5,1 asistencias en esta postemporada, cuenta con el escolta Khris Middleton (23,3 puntos y 8,0 rebotes) para cubrirle las espaldas en los momentos decisivos de los partidos, cuando los rivales tratan de llevar al griego a la línea de tiro libre, su gran talón de Aquiles.

El imparable playoff de Young

El otro equipo del Este que sobrevive en estos playoffs son los jóvenes Atlanta Hawks, a quienes muy pocos esperaban en esta final de conferencia.

En marzo, los Hawks estaban inmersos en una crisis de juego y conflictos internos que derivaron en el relevo del técnico Lloyd Pierce por Nate McMillan, quien ha sabido hacer despegar a un equipo cuyas figuras, Trae Young y John Collins, apenas debutan en una postemporada.

La primera víctima de los Hawks fueron los New York Knicks, a quienes abrumaron por 4-1 con Trae Young conquistando el emblemático Madison Square Garden con tres exhibiciones de 32, 30 y 36 puntos.

El base, convertido en el nuevo enemigo público número uno de Nueva York, se fue creciendo con la presión y en la segunda ronda ante el mejor equipo del Este, Philadelphia 76ers, demostró que a sus 22 años es un jugador hecho para los grandes momentos.

Ni el escenario ni su físico, un liviano 1,85m de altura, le frenan a la hora de desplegar su atrevido estilo de juego, sin miedo a lanzar sus ‘bombas’ frente a defensores más fuertes o lanzar de cualquier distancia.

Alrededor de Young, los Hawks cuentan con un pívot anotador, John Collins, otro defensivo, Clint Capela, y tres veteranos que asumen responsabilidad en las fases de alta tensión: Bogdanovic, Lou Williams y el italiano Danilo Gallinari.

El joven tirador Kevin Huerter es otra de sus armas desde el perímetro como pueden acreditar los Sixers, a los que fulminó con 27 puntos en el séptimo y definitivo partido del domingo.

«Estamos contentos de haber llegado a la final de la Conferencia Este, pero no estamos satisfechos», recalcó el ambicioso Young. «Es genial estar aquí, pero aún nos quedan algunos partidos que ganar».