Argentina quiere sentirse «mundialista» justo ante Brasil
Tras romper un maleficio de 28 años sin títulos ante Brasil, Argentina buscará una nueva victoria sobre su clásico rival para, con el guiño de otros resultados, meterse en la Copa Mundial de Qatar 2022.
La Albiceleste recibirá a la Canarinha — ya clasificada— el martes 16 de noviembre, en el estadio Bicentenario de la provincia de San Juan por la última fecha de las eliminatorias sudamericanas que se jugarán este año. La competencia se reanudará en enero.
Mientras el local contará con el astro Lionel Messi al parecer ya recuperado de molestias físicas, Brasil descartó a su estrella Neymar por una dolencia muscular.
El técnico argentino Lionel Scaloni confirmó el lunes que el capitán Messi saldrá a jugar de entrada tras dejar atrás las molestias en rodilla y los isquiotibiales de la pierna izquierda que lo marginaron de dos partidos con el París Saint-Germain y lo relegaron al banco de suplentes en el último compromiso con su selección, aunque jugó algunos minutos.
Los argentinos suman 28 puntos — seis menos que el líder Brasil — y con un triunfo se aseguran el quinto puesto del repechaje. Para sumarse a la nómina de seleccionados mundialistas este mismo martes, Colombia, Uruguay y Chile — los tres con 16 puntos — no tienen que ganar sus respectivos compromisos.
La historia reciente de enfrentamientos entre Argentina y Brasil ha dejado tela para cortar. En julio, Messi y compañía le ganaron 1-0 al equipo de Neymar la final de la Copa América en el estadio Maracaná, con la cual los argentinos pusieron fin a una larga sequía sin títulos. Fue además el primer trofeo que levantó Messi con el seleccionado mayor.
“Ya el otro día estaba bien a nivel físico y decidimos al final que lo mejor era que juegue unos minutos para que vaya agarrando buenas sensaciones”, dijo Scalani. “Para mañana (martes) está confirmado que va a jugar. Esperemos que se encuentre bien”.
La Confederación Brasileña de Fútbol informó el lunes en un comunicado que Neymar acusó dolores en los aductores del muslo izquierdo durante la última práctica antes de viajar y que por precaución fue desafectado del partido.
Los gigantes sudamericanos volvieron a encontrarse en septiembre por las eliminatorias en Sao Paulo. El encuentro fue suspendido antes de los diez minutos cuando funcionarios sanitarios locales ingresaron al campo de juego para retirar a jugadores argentinos que militan en clubes de Inglaterra por supuesto incumplimiento de los protocolos contra el coronavirus. La FIFA todavía debe pronunciarse sobre el desenlace de este duelo.
“No sé si hay revancha, la revancha la quieren ellos. Nosotros vamos a jugar en nuestra casa, en el norte de Argentina, y tenemos ganas de darle una alegría a la gente”, advirtió el arquero Emiliano Martínez, figura de Argentina en el triunfo 1-0 ante Uruguay el último viernes en Montevideo.
Brasil, que abrochó la clasificación tras vencer 1-0 a Colombia, no contará con Casemiro, suspendido, en el mediocampo. Fabinho será su reemplazante. Por Neymar jugaría Vinicius Júnior, quien no había estado en la convocatoria inicial pero fue citado de urgencia por la baja de Roberto Firmino.
Líder e invicto en eliminatorias, el técnico Tite negó que Argentina sea la “piedra en el zapato” de su ciclo y destacó la importancia de encarar con seriedad estos compromisos que quedan antes del Qatar porque “son partidos de la Copa del Mundo por el nivel y la calidad de los oponentes, la calidad técnica individual, la rivalidad histórica”.
La mayor duda en el elenco argentino está en el mediocentro. Leonardo Paredes, habitual titular, viene de una larga inactividad por un desgarro y si bien está recuperado se verá si Scaloni lo manda a la cancha. De lo contrario, jugará Guido Rodríguez como ante Uruguay.
La probable formación de Argentina sería Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Paredes o Rodríguez, Giovani Lo Celso; Ángel Di María, Lautaro Martínez y Messi.
En el historial, Brasil no le gana de visitante a la Argentina desde 2009.
Scaloni describió al equipo de Tite como el “más vertical de los últimos tiempo de Brasil, no elaboran tanto”.
“Recuperan la pelota rápido ante una pérdida o mala salida. No perdonan”, añadió. “Tenemos que tomar nuestros recaudos y saber dónde les podemos hacer daño”.