“Mi mujer ha dado positivo y yo negativo”
A las cuatro de la tarde del miércoles sonó el teléfono fijo de un vecino de Getafe: “Buenas tardes, Nacho. Estamos elaborando un estudio nacional sobre el coronavirus y ha sido seleccionado. ¿Quiere formar parte de él?”. Nacho, abogado de 46 años, pensó que aquello era una broma, que seguro que era algún teleoperador de Jazztel que tenía el día gracioso. Pero no. Tras escuchar lo del sondeo, se incorporó rápidamente del sofá y consultó a su mujer, de 40 años. “Sí, queremos”. Los dos aceptaron formar parte de los 36.000 hogares con los que el Gobierno está testando desde el lunes la expansión real de la pandemia en España. Tras la afirmación, vinieron tres preguntas más: “¿Cuántos son en casa?, ¿cuántas habitaciones tiene?, ¿cuántos metros cuadrados?”. Y la hora de la cita: “¿Qué horario le viene bien?, ¿mañana o tarde?”.