Bares y restaurantes cerraron temprano

A las 5:40 minutos, empleados de los distintos restaurantes de los alrededores del parque Colón recogían las sillas y mesas mientras algunos clientes se resistían a irse.

Los turistas y asiduos al parque barajaban con ganas de no marcharse, pero se imponía la prisa del cierre por la cercanía de la hora de inicio del toque de queda. Algunos negocios como supermercados, tiendas, heladerías, Gift Shop esperaban al último minuto para bajar la puerta de aluminio en la calle El Conde, por si algún turista de los que aun paseaban ignorando la hora, se decidía a comprar. Otros recibieron clientes hasta las 6:00 y aunque el negocio se veía en funcionamiento solo atendian a quienes ya estaban dentro del lugar.

La desidia era más notoria en comercios y vendedores informales como los artesanos, las peluquerías y paleteras, las que permanecían abiertas pasadas las 6:30 de la tarde y los empleados esperaban la orden de sus supervisores para el cierre. Negocios como la Cafetería & Bar Paco, frente al Parque Independencia, pasados 20 minutos del toque de queda, esperaban que cerca de una decena de comensales terminaran de degustar sus órdenes para cerrar.

Durante todo el recorrido del Listín Diario por los negocios de la Zona Colonial y barrios aledaños, a pesar de la presencia de agentes del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) no se notó ninguna acción para hacer cumplir el toque de queda, aun cuando los negocios permanecían abiertos pasada la hora establecida  en sus propias narices.  

Cerca de la Zona Colonial
Al transitar cerca de las 7:00 de la noche por los barrios aledaños a la Zona Colonial, la mayoría de comercios acataba el toque de queda porque sus puertas se veían cerradas, sin embargo, algunos vendían por las ventanas, por puertas a medio cerrar y se notaba el meneo de los clientes a su alrededor.

Asimismo, se observó  a varias “frituras” y vendedores ambulantes permanecer en las calles sin temor a ser apresados, pues no se avistaba ningún movimiento de los agentes encargados de que se acatara la decisión presidencial del toque de queda.

En otros barrios del GSD
Desde las 5:30 de la tarde, los negocios de la popular calle La 20 recogían sus mercancías para terminar la jornada de este miércoles, día que tenía la particularidad de que ya a las 9:00 de la noche todos debían estar encerrados cumpliendo el mandato del Poder Ejecutivo.

En el ensanche Luperón, al igual que en Capotillo, Gualey, La Ciénaga y Guachupita, los residentes se mantuvieron al margen del horario este miércoles.

Tampoco se observaron los populares “teteos” ni las acostumbradas fiestas en la avenida Venezuela.

En el ensanche Ozama y el sector de Alma Rosa los negocios bloquearon las entradas poco después de las 6:30 de la tarde.

Así lo hicieron los residentes y negociantes de la San Vicente, Catanga y Los Cartones de Los Mina.

Las principales avenidas se alumbraban con el destello de los vehículos que aceleraban para llegar a sus hogares antes de la hora implantada. En la Carretera Mella, los autos circulaban con rapidez.

En los barrios de Villa Faro, Cancino y La Campana de Villa Faro, residentes, aunque sin distanciamiento, estuvieron a la orilla de sus casas. Mientras que en Villa Francisca, en Los Tres Ojos, Los Farallones y el Ensanche Isabelita tenían las puertas de sus hogares clausuradas pasadas las 7:00 de la noche.

El Gobierno emitió horarios de toque de queda diversos, dependiendo de los niveles de contagios en las provincias. Las demarcaciones con mayor nivel de positividad deben cerrar las puertas de sus negocios a las 6:00 de la tarde de lunes a viernes y el sábado y domingo de esta semana desde las 3:00 de la tarde hasta las 5:00 de la mañana.