Belleza sustentable y sus beneficios de la cosmética natural

Beneficiosa y respetuosa con el medio ambiente, la cosmética natural gana terreno, sus  resultados brindan estos productos de belleza producidos a partir de ingredientes que la naturaleza nos facilita

La piel es la cara visible de nuestro organismo. Por eso cada vez más personas eligen un estilo de vida saludable y sustentable. Gran parte de las grandes firmas de cosmética más reconocidas, están adoptando esta nueva tendencia que ya es una forma de vida.

Como parte de la rutina de cuidado de la piel usamos cremas, correctores, bases de maquillaje, bálsamos, sérums pero no siempre nos ponemos a pensar qué estamos aplicando sobre nuestra piel. Por eso, la cosmética natural, es un movimiento en alza, entre otras cosas, porque su apuesta por ingredientes naturales es apta para todo tipo de piel.

Por supuesto que el hecho de que sean naturales no significa que podemos usarlos sin consultar o bajo la supervisión de un especialista porque aunque sean productos hechos con ingredientes naturales, tratados con cuidado, con mínimas intervenciones químicas y sacados de la naturaleza pueden no ser el indicado para la necesidad que nos acontece. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y cada uno de los órganos que conforman el cuerpo humano intervienen en su bienestar, en su ser saludable. Es por eso que es tan importante cuidarla por fuera como por dentro. Es fundamental llevar una dieta rica en frutas y verduras, mucha agua y ejercicio aeróbico.

Con cosmética natural nos referimos a productos de belleza producidos a partir de ingredientes que la naturaleza provee, que pueden ser de origen vegetal, mineral o animal que hayan pasado por una mínima transformación y no sean perjudiciales para el medio ambiente. Aún sí se admite el uso de ingredientes químicos pero en cantidades muy pequeñas, siempre y cuando no resulten dañinos para el ser humano y la naturaleza.

En la cosmética ecológica, además de utilizar materias primas de origen vegetal o animal, un mínimo de su formulación debe provenir de la agricultura ecológica, pero este porcentaje varía según los países. También debe constar en la etiqueta y en el expediente de información del producto.

Sin embargo, muchos pacientes eligen el uso de productos no sólo 100% naturales sino también “artesanales”. En este caso, la mejor alternativa es siempre acompañar al paciente durante su uso, y estar atentos ante la presencia de intolerancia o de alguna reacción alérgica, aunque en la práctica diaria generalmente son bien tolerados y aceptados”, explica Hernández.

Los procesos físicos y químicos garantizan una transformación suave de las materias primas utilizadas en los productos cosméticos. La mayoría de los ingredientes son de origen vegetal, aunque también hay parte de origen mineral y animal, en este caso sólo se permite el uso de sustancias producidas por los animales, como la miel.

“Las materias primas vegetales deben proceder de cultivo ecológico certificado. Las sustancias producidas por animales, como leche y miel, están permitidas. Las sustancias cuya extracción supone la muerte de un vertebrado (grasa de ballena, de tortuga, de marmota, grasa animal) no están permitidas. No se permite testar en animales en ninguna de las fases de la fabricación, desarrollo o control del producto.

Erróneamente se piensa que un cosmético marcado como cruelty-free es automáticamente vegano y viceversa. Pero no necesariamente: puede no haber sido testado en animales, pero contener ingredientes de origen animal.

De la misma manera, puede que un producto marcado como vegano haya sido probado en animales. Es fundamental diferenciar los dos conceptos y no confundirlos. Es por eso que si se quiere cosmética 100% ética debe ser tanto vegana como cruelty-free a la vez.

Descifrar el etiquetado del cosmético hoy resulta mucho más fácil. Existen aplicaciones que analizan los ingredientes de los cosméticos, como Ingred o INCI Beauty.

La primera analiza todos los ingredientes también funciona para los alimentos e indica cuáles son aceptables o dañinos para la salud. Cada elemento viene acompañado de una explicación detallada y clasificado según su nivel de peligrosida

Las sustancias prohibidas son: colorantes orgánicos-sintéticos, perfumes sintéticos, materias primas etoxiladas, siliconas, parafinas o petrolatos y sus derivados. No se permite desinfectar por radiación radiactiva ni las materias primas vegetales o animales ni el producto terminado.

 

Fuente: infobae

 

 

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