Brasil es el segundo país con más muertes por la pandemia, que no da tregua en América Latina

La pandemia del coronavirus no da tregua en América Latina: Brasil se convirtió este viernes en el segundo país del mundo con más muertes por COVIDD-19, mientras la crisis socioeconómica se agrava en una región que ya suma más de 75.000 decesos.

Brasil llegó el viernes a las 41.828 muertes por coronavirus, superando a Reino Unido, según el último balance del Ministerio de Salud brasileño.

El gigante sudamericano, de 212 millones de habitantes y que también es segundo lugar en casos confirmados de contagio (828.810), es el más golpeado en América Latina, donde los casos diagnosticados superaron 1,5 millones.

Chile, en tanto, registró el viernes sus peores cifras diarias, sumando en total 2.870 fallecimientos. Poco más de tres meses después de que se registrara el primer caso, las autoridades informaron de un doble máximo diario, tanto en nuevos contagios -que suman 160.846- como en muertes.

En todo el mundo, el nuevo coronavirus ha dejado más de 424.000 muertos desde que apareció en diciembre en China y más de 7,6 millones de contagios confirmados, según el balance de AFP del viernes. Las cifras reales podrían ser muy superiores, vaticinan los expertos.

El impacto financiero o social de la pandemia es enorme, pero aún difícil de calcular.

México, segundo país más afectado de Latinoamérica con más de 15.000 muertos y 130.000 casos, anunció la pérdida de cientos de miles trabajos.

El estatal Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indicó que en mayo se perdieron 344.527 empleos formales, una cifra que se suma a los 555.247 puestos de trabajo perdidos en abril, el mayor registro en la estadística histórica.

El desastre financiero provocado por la pandemia “puede llevar a un retroceso de 13 años” en Latinoamérica, consideró el jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que teme que la región salga de la crisis “más endeudada, más pobre y más hambrienta”.

Perú, octavo país del mundo en contagiados y tercero en la región en número de muertos, superó el viernes los 220.000 casos confirmados y acumula también 6.308 muertos. Su economía está semiparalizada con una cuarentena obligatoria de casi 13 semanas y su pujante sector textil pidió que se retomaran las actividades productivas.

En Estados Unidos, el país del mundo con más fallecidos (114.613) y contagiados (más de dos millones), la reaparición de nuevos casos en varias regiones hace temer una segunda ola que eclipsaría la tímida reactivación económica registrada.

“No podemos paralizar de nuevo la economía”, avisó el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, a la televisión CNBC.

Pero las repercusiones humanas de la pandemia van más allá de la economía.

En las cárceles mexicanas de Jalisco (oeste), los abrazos se remplazaron por videollamadas de cinco minutos. Y en Cuba, totalmente dependiente del turismo, el gobierno traza un plan para recibir visitantes extranjeros y controlar al mismo tiempo que tengan escaso contacto con los habitantes de la isla.

En Libia, la guerra y la división impiden luchar correctamente contra la pandemia. Y en Kuwait, privó a muchas mujeres de los salones de belleza, el único lugar al que podían ir solas y juntarse con amigas.

Mientras Francia anunció la apertura progresiva de sus fronteras, varios gobiernos deberán dar explicaciones ante la justicia por su gestión de la pandemia.

Francia “abrirá progresivamente sus fronteras exteriores” del espacio Schengen “a partir del 1 de julio”, señalaron los ministros franceses de Relaciones Exteriores, Jean-Yves Le Drian, y de Interior, Christophe Castaner, en un comunicado conjunto.

La medida se llevará a cabo de manera “diferenciada de acuerdo con la situación sanitaria de los diferentes países, y de acuerdo con los procedimientos que se habrán adoptado a nivel europeo para entonces”.

Por su parte las aerolíneas British Airways, EasyJet y Ryanair anunciaron una acción en justicia contra el gobierno británico para que renuncie a la cuarentena obligatoria de dos semanas que deben respetar todos los viajeros que lleguen al país por considerar que “va a tener un efecto devastador en el turismo británico y en la economía”.

En Italia, donde el coronavirus ha dejado 34.000 muertos, el primer ministro Guiseppe Conte va a prestar declaración ante la fiscalía en Bérgamo (norte), que fue el epicentro de la pandemia en el país. Deberá explicar por qué se tardó en instaurar una zona roja en la región.

En España, la derecha y la extrema derecha han anunciado denuncias contra el gobierno por su gestión de la crisis: por haber suministrado material de protección defectuoso a personal sanitario, por la cifra de fallecidos notificada o por el alto número de ancianos muertos en residencias.

En materia económica, la situación en Europa también es preocupante. Este viernes, Reino Unido dijo que el confinamiento para frenar al nuevo coronavirus le costó una quinta parte de su PIB en abril, cuando retrocedió un 20,4%, una cifra récord en este país que suma más de 41.000 muertos por la pandemia.

En el mundo del deporte, la liga española de fútbol volvió el jueves y este viernes se reanudó la competición italiana, después de meses de parón por la pandemia.