Este domingo continúan los trabajos de demolición en la zona cero donde ocurrió la explosión que acabó con la vida de al menos 37 personas en San Cristóbal.
Hoy, las autoridades del Ayuntamiento de San Cristóbal y el Ministerio de Obras Públicas demuelen la estructura de la empresa textil Toledo, la cual fue una de las más afectadas durante el fatídico hecho del pasado 14 de agosto.
Ayer, los trabajadores demolieron lo que quedaba de la estructura de la agroveterinaria que funcionaba en el lugar, justo al lado de Toledo.
Tras la retirada de escombros de la veterinaria, decenas de gusanos salieron en la zona, en mucho mayor cantidad que días anteriores, por lo que los ciudadanos del lugar tuvieron que rociar agua caliente ante la situación.
Se espera que en las próximas horas concluyan los trabajos en el área para poder abrir la calle Padre Ayala, donde ocurrió la explosión, debido a que es muy transitada y se podrían evitar los grandes taponamientos que hay en la actualidad en la ciudad.
El origen de los gusanos
En días pasado la dirección de Salud Ambiental y Riesgo de Salud Pública explicó a Diario Libre que los gusanos en el área son el resultado de la descomposición del material orgánico proveniente de la comida de animales presentes en la veterinaria local, que fue uno de los negocios más afectados por la explosión.
Decenas de residentes han expresado su temor de sufrir asuntos de salud debido a la contaminación en la zona.
En términos de salud, la encargada de esa gestión, Gina Estrella Ramia, sostuvo que el riesgo es mínimo, a menos que alguien sufra una herida o entre en contacto directo con el área afectada, como ha ocurrido con algunas personas que buscan materiales reciclables.
Indicó que, en estos casos, el principal inconveniente es el olor desagradable.
