Decenas de empleados del Metro de Santo Domingo en huelga por nueve días acordaron con la Presidencia detener su paro de labores por una semana en lo que el Gobierno prepara una respuesta a sus demandas.
Los colaboradores del sistema de transporte ferroviario Metro marcharon este miércoles hacia el Palacio Nacional para llevar al Poder Ejecutivo sus reclamos, y allí una comisión elegida por ellos entró a la casa de gobierno y fue recibida por el viceministro Relaciones de la Sociedad Civil del Ministerio de la Presidencia (Minpre), Benny Metz.
Este funcionario propuso a los manifestantes que se reincorporen al trabajo a partir de mañana jueves y que le permitan un compás de espera de una semana para ellos poder trabajar en sus peticiones.
Metz es el encargado de recibir las comunicaciones de todos los que van a protestar a Palacio Nacional y procesar sus quejas a través de las instituciones y los funcionarios pertinentes.
Gerónimo Encarnación, operador de estaciones desvinculado, dijo que aceptaron el acuerdo porque son flexibles y su interés es encontrar una solución, pero advirtió que si en una semana, a partir del miércoles, no les resuelven volverán al paro.
Entre los protestantes se encuentren personas que todavía están activas en el Metro y otras que ya fueron desvinculadas en un grupo inicial de 17 personas o en los despidos paulatinos que la Opret ha ido haciendo con aquéllos que faltan por tres días consecutivos al trabajo.
Uno de sus objetivos es conseguir el pago de prestaciones laborales cuando finalizan el contrato laboral y un reajuste salarial. Dicen que la Opret se ampara en la Ley de Administración Pública para pagar solamente derechos adquiridos: vacaciones y salario de Navidad.
Los empleados activos aseguran que, para cubrir las ausencias de los que han sido sacados, los conductores del metro están cumpliendo jornadas extendidas, con muchas horas extras, se le redujo de dos a un día libre y se suspendieron las vacaciones.
Dicen que la mayoría de choferes apenas tienen casi tres meses de entrenamiento, ya que fueron preparados al vapor cuando ellos comenzaron a amenazar con la huelga.