El general retirado Juan Manuel Méndez ha coqueteado recientemente con su salida del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), institución que ha dirigido desde hace 17 años. Finalmente dijo a Diario Libre que no renuncia y que se queda allí si el presidente Abinader lo deja. Al fin y al cabo todos los puestos no electos del Gobierno están a disposición del presidente.
En conversacón con Méndez, no hace falta que hable del orgullo que siente por el COE. Como también se hace evidente que hay un disgusto con tomadores de decisiones en la administración pública de Abinader; y también hay otros asuntos de índole personal y familiar.
—Cuando la gente habla de retiro lo primero que le dicen es: ¡Usted está joven todavía!
Después de 35 años de servicios ininterrumpidos a la patria, 34 en el Ejército y un año y medio después del retiro militar, me siento un poco agotado.
Yo tengo 55 años de edad, bien trabajados. Déjame decirte algo: cuando acepté quedarme en el Centro de Operaciones de Emergencias lo hice por muchos factores y por muchas cosas que pasaban en ese momento.
Primero porque amo el país, amo servir. Yo recuerdo que días antes, había venido el Diario Libre y me hizo un reportaje en el que yo dije que entendía que había cumplido al país y que había solicitado mi retiro. Pero yo solicité mi retiro en el 2018, y me salió en el 2020, antes de irse el presidente Medina, y lo hice porque entendí que había terminado mi ciclo militar. No porque entendía que iba a dejar de trabajar, porque yo tengo que seguir trabajando.
¿Qué sucede conmigo? Durante muchos años he tenido que sacrificar muchas cosas. Mi familia, los asuetos, el descanso. Llega el momento en el que tú te agobias. Y hay situaciones que por el trabajo, por la responsabilidad, uno no habla, ni dice, uno solo trabaja. Y es porque tienes que trabajar, aunque a veces no recibas el apoyo que necesitas.
Yo devengo el salario de la pensión militar que no está mal, pero yo tengo que proveer para mis padres que son personas de más de ochenta años, proveo para mis hermanos porque usted sabe que los que venimos de campo tenemos mucho esa situación, y tengo siete hijos que aunque solo dos son menores de edad, el que tiene hijos sabe que no deja de tenerlos. Entonces con la edad que tengo, todavía en edad productiva, yo necesito también guardar pan para mayo como se dice. Pero entiendo que ya está terminado este ciclo al terminar este cuatrienio…
—¿Este cuatrienio 2020 a 2024?
Al terminar este cuatrienio si. Yo ya decidí que voy a acompañar al presidente a terminar estos cuatro años, claro si él decide que debo acompañarlo. Pero yo estoy agotado…
—Entonces no se va ahora del COE.
Yo me iría si el presidente así lo decidiera. Pero yo no puedo abandonar ni a la población ni al presidente Luis Abinader que me ha respetado en esta posición. Yo simplemente he dicho que quiero un descanso en estos temas. Dedicarme a otras cosas, para pasar más tiempo con la familia. Porque yo quiero mucho al pueblo, la gente me ha distinguido donde quiera que me ve. Lo que pasa es que también la familia demanda mucho; y tú te pasas la vida trabajando estos temas, te das cuenta que tus hijos crecieron. Los grandes ya tienen 32 años y yo los dejé de 14 años cuando empecé a trabajar acá.
Entonces en Navidad, para uno verse, tiene que ser cuando uno concluya acá y tiene que volver para acá. En Semana Santa, nunca. En vacaciones nunca porque entonces está la temporada ciclónica y son los meses más críticos.
Llega el momento el que todo eso te lacera la relación familiar. Y como ser humano tú sientes nostalgia, entonces es difícil. A eso es que me refiero cuando hablo de agobio. Esto solo se compara con el sacerdocio y con los siete hijos que yo tengo no puedo ser cura (risas).
No es que exista un disgusto de mi parte que me obliga a irme, pero sí hay ciertas situaciones que uno va viendo. Y viendo en una balanza lo que ha sido tu vida, y lo que te depara… Hay mucha gente que dice no, tú lo que quieres es ser político. No, a mí no me interesa ser político porque en la política tú tienes que mentir y, si yo tengo que mentir, no me interesa.
—Y qué le interesa entonces general…
Trabajar y vivir. Al final lo que tu debes es vivir porque si te pasas la vida acumulando y por más que tu quieras almacenar, cuando te vas (de este mundo) todo se queda. Entonces la gente me dice Méndez: ‘tu subes video en las redes cantando’ y yo le respondo porque eso es lo que me gusta y canto cuando no está lloviendo (risas).
Situación del COE
—General, hace unos años yo vine aquí y esto era un cuartito oscuro con un fondo de tela que decía COE. Ahora uno ve esta sala (el salón de conferencias Willy Rodríguez) y hay un avance.
Pero lo he hecho con mi esfuerzo. No recibí los recursos del Gobierno para hacerlo. Fue pidiendo y con mis ahorros.
—¿Con los ahorros de la institución?
La institución ha invertido muy poca cosa aquí. Los recursos de la institución no dan para ahorros.
—Entonces con cuáles ahorros.
De amigos que aportaron, el Banco Popular me ayudó mucho. El BHD también. El Comando Sur de los Estados Unidos y algunos amigos a los que uno les solicita donaciones. Las mesas que tú ves aquí eran las mesas que teníamos en otras áreas y yo busqué un ebanista amigo que trabajaba conmigo y me hizo las mesas. Las pantallas las donó el USAID, los aires de aquí los donó el Banco Popular, los aires acondicionados de la otra área los donó Alejandro Herrera cuando estaba en el Idac, y así se renovó la entidad. No fue que me dieron el dinero para renovarla.
—Peso es una demostración de confianza.
Nosotros aquí recibimos muchas donaciones como plataforma para donar a otras entidades, pero nosotros no manejamos recursos porque a nosotros no nos interesa esa parte de recibir dinero. Por ejemplo, lo que hemos recibido como donación aquí la hemos recibido en equipos. Hasta la planta eléctrica que tenemos aquí la donó el Banco Popular a través de una petición que le hicimos.
Y otra cosa que ayuda a que nos donen es que cuando el donante pasa por nuestras instalaciones y encuentra el equipo en buen estado, pues se motiva.
—Ya usted se ha convertido en una figura de la Semana Santa y diciembre y por eso le han hecho muchos memes.
A mí me encantan los memes.
—Pero a la vez es un reconocimiento.
Uno de los memes que me han hecho y que yo he guardado es uno en el que me sacan con la cara como un maco y dice esta persona como todo maco pempén aparece por temporada. Yo los tengo, todos los tengo enmarcados y me gusta el humor del dominicano.
—Más allá de los memes la gente ha aprendido a prepararse para las emergencias.
Sí, pero no es por mí. Es por los medios de comunicación. La sinergia que hemos hecho con los medios de comunicación hemos aprendido mucho. Pero nosotros lo que hemos viajado, hemos visto que en todas partes del mundo la gente es muy apegada a lo material. ¿Qué pasó en Katrina?
—Devastación
Devastó pero la gente se negaba a salir de las casas. Con la Mesopotamia la gente cerraba por delante pero entraba por detrás. Es un asunto del ser humano, cuando la gente dice que alcanza las cosas con mucho sacrificio perderlas no es fácil.
—Parece que a través del tiempo se ha podido montar con el COE una estructura de emergencias.
Si. Durante muchos años hemos venido trabajando ese tema pero se ha institucionalizado y hay un respeto por parte de la población hacia estas entidades, al Centro de Operaciones. Lo que pasa es que indistintamente de que tu hagas un trabajo de este estilo, dependerá mucho del manejo de las personas. Y para esta semana que pasó lo podemos advertir porque las instituciones se integraron bastante bien, con una magnífica labor; pero cuando las personas deciden salir a las calles bajo los efectos del alcohol, en una motocicleta que tu sabes que es el gran dolor de cabeza de estos operativos, sin casco protector y por eso son el 72 % de las fatalidades.
Semana Santa con más muertes
—En la Semana Santa que acaba de ocurrir vimos un incremento de los fallecimientos. ¿Cuál es su observación?
Hay que evaluar la situación en base a las estadísticas. A mayor desplazamiento, mayor probabilidad de accidentes. Sin mentirte, este ha sido el operativo número 17 y es el que más personas he visto desplazarse durante los 17 años. De jueves a domingo, pasaron por los peajes más de un 1,025,000 vehículos, si tú lo duplicas por cinco. Por cinco, porque es la media de personas que van en un vehículo sin calcular los minibuses y autobuses que transportan 20 y 25 pasajeros. Ni tampoco estoy calculando a los que viajan sin pasar por peaje. Por eso digo, y fui conservador, que más de cinco millones de personas viajaron en esta Semana Santa. En Semana Santa yo no había visto ese desplazamiento. Había visto 3.7 millones, más de cuatro millones, pero ese desplazamiento no.
La cantidad de vehículos en las calles te pueden generar más accidentes que antes, pero haciendo una mirada retrospectiva con el año anterior, estamos prácticamente igual.