De Michigan a República Dominicana

Un mes en el estado de Michigan, un mes duré. Allá estaba con mis hijos, disfruté verles jugar en uno de sus juegos del fútbol. Sentí la expiración del fuerte invierno, y al mismo tiempo los amagues de una primavera queriendo entrar con sus colores caribeños, hojas amarillas, anaranjadas, rojas, y un clima agradable. En el otro lado de mi ser, sentía una bifurcación geográfica, el deseo de llegar a mi país, a República Dominicana.