Del 9/11 a la pandemia: dominicana perdió hija en atentado y a hermano por coronavirus
La dominicana Karmen García ya ha vivido dos tragedias en su familia. La primera de estas, ocurrida hace casi 20 años, la mantiene aferrada al recuerdo de su hija Marlyn del Carmen García, quien, con 21 años de edad, fue una de las víctimas del atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001, luego de quedar atrapada en el piso 100 de la torre Norte I del World Trade Center, mientras estaba trabajando.
Dicha torre fue la primera impactada y derribada a las 8:46 de la mañana.
Los restos de Marlyn, cuyo nombre está inmortalizado en el Mural de los Caídos del Museo 9/11, no aparecieron nunca, pero su madre, que tratando de esconderse de la amargura y alejarse del escenario trágico de la Zona Cero, se mudó a Florida, viaja cada año a Nueva York para estar presente en los actos conmemorativos.
Dijo que volver a Nueva York fue un dolor doble y solo estuvo por 48 horas en la ciudad.
Lo que más lamenta García es que Marlyn estuviera en el edificio donde murió, diciendo que su hija no tenía que estar ahí.
Narró que a las 9:20 de la mañana recibió una llamada en su casa de compañeros de trabajo para preguntarle por Marlyn, y le dijeron que hubo un accidente aéreo cerca de las torres.
Dijo que un amigo de Marlyn la llamó para decirle que viera las noticias en televisión. “Cuando vi eso, supe y sentí que ya mi hija no estaba”, expresó.
García dice que después de 19 años sigue preguntándose por qué. “Ella fue a buscar unos papeles esa mañana antes de irse a la escuela”, recordó.
Marlyn estudiaba leyes, aunque desestimó una beca como estudiante de excelencia en la Universidad Estatal de Syracuse, para irse a la escuela John Jay College of Criminal Justice, aspirando a trabajar en las Naciones Unidas (ONU), desde donde quería ayudar a los más pobres laborando en programas internacionales, según narró su madre.
Pero su sufrimiento y dolor, no terminaron en ese evento.
García relató que su hermano, Henry Canó, perdió a los 49 años la batalla contra el COVID-19, luego de ser afectado durante el pico de la pandemia en un viaje que realizó a la República Dominicana.
“Cuando empezaron a subir los casos en Nueva York, él decidió irse a República Dominicana. Y a los pocos días murió. En cambio, mi otro hermano, de 66 años, también se infectó, estuvo varias semanas entubado y pudo recuperarse. Regresar allá será doblemente doloroso”, lamentó Karmen.