El 42% de peloteros dominicanos en nómina sin pacto garantizado este año

La temporada de Grandes Ligas finalmente comenzó, para una fecha cuando en un año normal ya se había jugado casi dos tercios, pero es lo que se pudo y la República Dominicana de inmediato exhibió sus músculos, con las estadísticas nominales que consolidan su posicionamiento y con un fin de semana explosivo con el madero y el pitcheo.

Aun en tiempo de crisis las cifras que devengarán los peloteros criollos asombran, con una media salarial de US$1.4 millones en promedio para los 110 jugadores que comenzaron entre el roster activo (97) y lista de lesionados (13).

Sueldos de lujo para cualquier sector. Sin embargo, las letras pequeñas de los contratos por monto de US$156,013,756 que rubricó este grupo aclaran que no todo ese dinero está garantizado.

De ese pelotón de 110 peloteros en roster de 30 más los lastimados que “aseguraron” contrato hay 46 cuyos pactos traen la condición de “split contract” o “two way contract”. Esto quiere decir que cobrarán ese dinero solo mientras se mantengan en el roster activo (que arrancó en 30 hombres, bajará a 28 al siete de agosto y a 26 el 21 de agosto).

Es el status salarial reservado para jugadores que no han acumulado los tres años de servicios, por lo que no han debatido sus contratos en arbitraje o logrado extensión o aquellos que han pactado como agente libre bajo esa condición.

Si un pelotero tiene acordado ganar US$1,000,000 bajo esa condición y solo juega la mitad de la temporada en el equipo grande entonces recibirá US$500,000 y si es bajado devengará el prorrateo. El mínimo en ligas menores para 2020 era US$91,800.

En esta campaña de 60 partidos el calendario consiste en 66 días. Pero al no haber ligas menores, si un equipo saca del roster activo al jugador y lo envía al alterno de 60 entonces ocurriría como si es bajado. Si es dejado libre no conseguirá el dinero que originalmente tenía en la plantilla, sino el equivalente al tiempo que jugó.

Esos 46 jugadores criollos que están en esa condición, es decir, el 42% del grupo, en su enorme mayoría son peloteros de escasa o nula experiencia en la Gran Carpa, dueños de los contratos más bajos.

Comienzan en US$208,704 para novatos como Leody Taveras o Santiago Espinal hasta US$223,037 para un jugador como Teoscar Hernández, que ya acumula dos años y 97 días de servicios.

El grupo comenzó el año con pactos que totalizan US$13,153,627, un dinero sujeto a tiempo en las nóminas de los 30 dirigentes.

Los Astros tienen cuatro criollos en su cuerpo de lanzadores (todos relevistas), todos bajo esa condición. Framber Valdez, Brayan Abreu, Cristian Javier y Enoli Paredes.

Jóvenes de gran cotización como Vladimir Guerrero Jr., Fernando Tatis hijo, Franmil Reyes, Amed Rosario, Ramón Laureano o Ronald Guzmán. Sandy Alcántara y Frankie Montás tuvieron el honor de abrir el primer partido de los Atléticos y Marlins y entran en esa categoría salarial.

De hecho, solo 34 jugadores duartianos devengarán más de un millón esta estación y de ese grupo solo los pactos de Jorge Polanco y José Leclerc (que son extensiones) tienen el asteriscos, de acuerdo a Spotrac, un sitio especializado en contratos deportivos.

Pero en la lista también figuran veteranos ya con rol secundario que buscan prolongar sus carreras. Es el caso de Edinson Vólquez en los Rangers, Eduardo Núñez con los Mets y Emilio Bonifacio con los Nacionales.

Vólquez, ya con 37 años, llegó a ganar US$9.5 millones con los Reales en 2016, pero ahora busca demostrar desde el bullpen que le queda gasolina en el tanque por US$370,370.

Bonifacio, de 35 años, llegó a la Gran Carpa en 2007, y ha disputado cuatro campañas completas. No jugaba desde 2017 y acaba de impresionar a los campeones, que le pagarían US$370,370 si queda la campaña completa. Su máximo salario fue de US$3 millones en 2015 para los Marlins.

Pero Bonifacio puede agregar un año completo de servicios en solo 66 días de temporada para estirarlo hasta los 8,135, cada vez más cerca de la mítica cifra de los 10 años, una que garantiza el máximo de pensión y aparecer en la boleta de los escritores para el Salón de la Fama de Cooperstown.

Los 34 jugadores criollos con salarios superiores a los seis dígitos representan el 30% de la plantilla.

Pero este grupo se quedará con US$131,841,050 del total del dinero o el 85% del pastel, en su mayoría garantizado.

El restante 70% de los jugadores tendrá que conformarse con US$24,172,706 si todo termina como ha comenzado.