El miedo de los mercados y la debilidad del dólar impulsan a un oro sin techo
El precio del oro, que ha superado esta semana la barrera de los US$2,000 por onza y parece no tener techo, mantiene la tendencia alcista, propulsado por las dudas de los inversores sobre la recuperación económica, la baja rentabilidad de la renta fija y la debilidad del dólar.
Otro metal precioso en alza, la plata, ha alcanzado esta semana su precio más alto desde principios de 2013.
El oro superó el viernes los 2.075 dólares por onza después de una semana en la que se ha apuntado un máximo histórico diario.
El metal dorado superó los 2.000 dólares el martes, llegó a 2.055 dólares el miércoles y rozó los US$2,070 el jueves.
Previamente, el 27 de julio, el oro había superado los US$1,921.17 por onza, que era el precio máximo desde septiembre de 2011.
El oro empezó el año por encima de los US$1,500 por onza y rebasó el nivel de los US$1,600 a mediados de febrero.
Sin embargo, en marzo, al irrumpir la epidemia de coronavirus en Europa, el precio llegó a bajar de los US$1,500 al optar los inversores por la liquidez total.
El precio se recuperó al final de ese mes y en abril llegó a los US$1,700. A finales de junio, el oro se asomó a los US$1,800, nivel que superó a principios de julio.