Gracias a su esfuerzo, la pobreza será cosa del pasado en la vida de Marileidy

Con las dos medallas de plata conquistadas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Marileidy Paulino se alejará a la velocidad del rayo en los próximos días de la pobreza que le ha venido acompañando a ella y su familia desde que nació hace 24 años.

“La Monstra”, como le bautizó el doble medallista olímpico Félix Sánchez, recibirá de parte de Gobierno, a través del Ministerio de Deportes, ocho millones de pesos por el segundo lugar obtenido esta mañana en la modalidad de los 400 metros lisos individuales con tiempo de 49.20.

A esa cantidad se le suma, los aproximadamente RD$1.6 millones que también le corresponden por la plata alcanzada el sábado pasado 31 de julio, durante la carrera de relevo mixto olímpico de 400 metros planos, conjuntamente con Anabel Medina, Lidio Feliz y Alexander Ogando.

La cuarteta, que tuvo como suplente a Luguelín Santos, medallista de plata hace nueve años en los Juegos de Londres y quien también corrió en las semifinales, y que será incluido en el reparto por la Federación Dominicana de Atletismo, batió la marca nacional con un crono de 3:10.21.

En total la atleta olímpica recibirá unos 9.6 millones de pesos tras convertirse en la primera mujer y primera atleta dominicana en general que conquista dos preseas en unos Juegos Olímpicos.

El Ministerio de Deportes dispuso que entregará 12 millones a los atletas dominicanos que se adueñaran del oro en «Tokio 20-20», 8 millones por plata y 6 por el bronce, así como tres, dos y un millón a sus entrenadores.

“No me han sorprendido los resultados de estos Juegos Olímpicos y mucho menos lo de ella”, puntualizó el ministro de Deportes, Francisco Camacho, sobre Paulino, hasta hace poco desconocida por el gran público que sigue el deporte pero que con su calidad, fe, sencillez y asombroso talento se ha instalado en el corazón de los dominicanos.

Ayer, en una noticia que le dio la vuelta al mundo, el inmortal de Grandes Ligas, Vladimir Guerrero, le regaló un televisor a la madre de la joven atleta nativa de la comunidad de Don Gregorio, Nizao, para que pudiera presenciar la carrera en donde su hija buscaría concretar la promesa de compararle una casa, que le hizo justo antes de partir a Tokio.