Haití adelanta que estudia solicitar a EEUU la extradición de uno de los autores de la muerte de Moise
El ministro de Asuntos Exteriores de Haití, Jean Victor Généus, ha adelantado este viernes que las autoridades están estudiando la posibilidad de reclamar a Estados Unidos la extradición del ciudadano colombiano Mario Antonio Palacios, principal sospechoso del magnicidio del presidente Jovenel Moïse.
Généus ha explicado que el tratado internacional de extradición firmado en 1904 entre ambos países, y puesto que el asesinato se produjo en territorio haitiano, permite a las autoridades reclamar la extradición de Palacios, quien la semana pasada confesó ya en Estados Unidos que el grupo de mercenarios colombianos en el que se encontraba era consciente de que el objetivo era matar a Moise.
En esa línea, ha contado también que se está trabajando en la extradición del empresario haitiano-palestino Samir Handal, detenido a mediados de noviembre en Turquía acusado de haber participado en la trama para matar a Moise, para lo que ya se ha enviado la información requerida por Ankara a su Embajada en República Dominicana, según ha dicho en una entrevista para el diario ‘Le Nouvelliste’.
En cambio, Généus ha confirmado que no han abordado todavía con el Gobierno dominicano la reciente detención en aquel país del empresario haitiano Rodolphe Jaar, considerado uno de los narcotraficantes más importantes del país y de quien también se sospecha que pudo haber participado en el asesinato de Moise.
«No se ha tratado la cuestión de la detención de Rodolphe Jaar», pero «hemos insistido a las autoridades dominicanas en la necesidad de fortalecer la cooperación entre los dos países en la lucha contra el crimen transnacional» y «de ello depende la estabilidad y la paz en ambos lados de la frontera», ha dicho.
Unas cuarenta personas permanecen arrestadas por el asesinato de Moise el pasado 7 de julio en su residencial particular de Puerto Príncipe. Entre los detenidos hay una veintena de mercenarios colombianos que en algún momento sirvieron en el Ejército de aquel país, así como el haitiano-estadounidense Enmanuel Sanon, acusado de ser uno de los autores intelectuales del crimen.