Jesús (Chú) Vásquez: “Hay que regular el metanol desde su entrada en Aduanas”

SANTO DOMINGO. En el Ministerio de Interior y Policía (MIP) se trabaja la teoría de que la práctica de adulterar y falsificar bebidas alcohólicas utilizando metanol es posible debido a la existencia de una componenda entre los que importan esa sustancia y los que elaboran las bebidas de manera clandestina. Este comercio ilícito ha provocado más de 100 muertes este año.

Lo que las autoridades del MIP creen es que empresas del área de limpieza, que son las que importan metanol para elaborar detergentes, champú, rinse y desinfectantes, entre otros químicos traen al país cantidades mayores a las que requieren y venden el excedente a quienes falsifican o adulteran bebidas con esa sustancia altamente tóxica, no apta para consumo humano.

“Hay que pensar seriamente en una modificación profunda, ahora que se está trabajando en el Código Penal, para que se establezcan sanciones ejemplarizantes, no solamente para los fabricantes, sino para los vendedores porque también quien vende ese veneno sabe que ha sido adulterada”, dijo el ministro de Interior y Policía, Jesús Vásquez al enfatizar que ese problema data de muchos años y que debe ser enfrentado con firmeza.

Jesús Féliz, viceministro para la Seguridad Interior y Víctor Castro, viceministro de Control y Regulación de Armas, explicaron que dentro de la mafia que mantiene la producción clandestina de bebidas también incide en el contrabando de alcohol proveniente de Haití, el cual entienden que al igual que la entrada licita de metanol puede controlarse.

“Es toda una cadena perversa que hay dentro de este ambiente delictuoso que hay en República Dominicana en torno a las bebidas adulteradas”, sostuvo Víctor Castro al afirmar que el negocio es ampliamente conocido.

Indican que la participación de empresas reconocidas que tienen permisos para la importación de metanol pudiera explicar la gran cantidad de bebidas que se elaboran, porque dificulta que haya desabastecimiento de la materia prima que utilizan.

Dicen que la práctica, además de afectar la salud de quienes consumen esos productos y causar pérdidas económicas, por la gran evasión de impuestos que representa, es un problema que tiene implicaciones que vulneran la seguridad pública.

Para el Ministerio de Interior, las compañías de bebidas alcohólicas no forman parte de la estructura denunciada porque no importan metanol, sino etanol que es el que se utiliza en la elaboración de alcohol para consumo humano y observan los procedimientos adecuados porque cuentan con la vigilancia de las autoridades sanitarias y son pasibles de recibir sanciones en caso de alguna violación.

Para el ministro Vásquez, los que proceden a la comercialización de bebidas adulteradas “saben que están vendiendo un producto ilícito porque quienes se los proveen no son los distribuidores habituales de las industrias reconocidas.” “Por eso el ministro dice que tiene que haber responsabilidad con la gente del comercio, porque los del comercio al final saben quiénes son los agentes autorizados”, añade Feliz Jiménez.

En algunos casos los proveedores establecidos legalmente emiten códigos especializados que deben poseer los dueños de establecimientos que se tienen como clientes para poder comprar las bebidas alcohólicas, con lo que aseguran la calidad y autenticidad del producto que ofrecen.

“Los mismos recolectores de esas botellas, en sitios como por ejemplo Villa Consuelo, usted va y se da cuenta que, si la caja de un whisky cualquiera está nueva la ponen aparte y las botellas también las van protegiendo”, sostuvo Víctor Castro.

Indica que en el caso de botellas que cuentan con sistemas de seguridad que evitan que se puedan rellenar se utilizan agujas sofisticadas con las cuales se viola esa protección que se les coloca cuando se realiza el envasado original.

En tanto que Jesús Feliz dijo que esas redes vuelven a colocar el etiquetado correspondiente a las botellas y cajas para hacerlas pasar como bebidas de procedencia lícita.

Actualmente la participación del Ministerio de Interior y Policía en los operativos de combate a la elaboración de bebidas no autorizadas se da a través de su Dirección de Control de Bebidas Alcohólicas (COBA).