La Casa Blanca rechaza que haya un «racismo sistémico» en la Policía
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O’Brien, ha rechazado este domingo que haya un «racismo sistémico» en la Policía y ha atribuido a unas pocas «manzanas podridas» incidentes como el que la semana pasada costó la vida al afroamericano George Floyd durante una detención.
«No creo que haya un racismo sistémico. Creo que el 99,9 por ciento de nuestros agentes son buenos americanos», ha afirmado O’Brian en una entrevista con la CNN. O’Brian ha recordado que muchos policías son afroamericanos, «hispanos» y asiáticos.
«Creo que son estadounidenses extraordinarios. Son mis héroes. Pero hay algunas manzanas podridas dentro que dan mala fama. Hay algunos malos policías que son racistas y hay policías que puede que no tengan la formación adecuada y hay otros que simplemente son malos policías que deben ser extirpados», ha argumentado.
Agentes como el «sucio policía que mató a George Floyd» deben ser extirpados, ha indicado, aunque no ha mencionado a Derek Chauvin, imputado formalmente por la muerte de Floyd. O’Brian ha recordado que Chauvin tiene un «largo historial de estas conductas». «¿Por qué seguía en el cuerpo? ¿Dónde estaban los fiscales y la dirección de la Policía?», ha planteado.
O’Brien ha defendido además la retórica de confrontación del presidente, Donald Trump, quien se ha referido a los manifestantes como «matones» y que ha advertido que «cuando comienzan los saqueos, comienzan los tiros», una frase utilizada por el jefe de la Policía de Miami Walter Headley durante el movimiento de protesta por los derechos civiles en 1967.
O’Brien ha asegurado que Trump espera «parar la violencia» y ha atribuido a la «pasión» estas palabras del presidente. Además, ha recordado que cuando Trump vio por primera vez el vídeo de la detención de Floyd estaba en el ‘Air Force One’ y que se mostró «conmovido».
Tras difundirse el vídeo en el que Chauvin aprisiona el cuello a Floyd durante casi nueve minutos él y otros tres agentes implicados fueron despedidos. El resto de agentes no han sido acusados.
La muerte de Floyd ha provocado una ola de protestas en las principales ciudades estadounidenses que se han saldado con graves disturbios, al menos tres muertos (mas un agente federal cuya muerte está bajo investigación sobre su posible relación con los disturbios) y cientos de detenidos.