La vigilancia del Covid paso a paso

El coronavirus vino a establecer un sistema de vigilancia epide­miológica con contro­les y medidas específi­cas, una variedad de muestras para detectar el virus en las personas, me­dicamentos que fueron considerados exitosos en principio y luego retira­dos y una serie de secuelas que repre­sentan deterioros en la salud.

En cuanto a las pruebas, el primer caso de coronavirus detectado en Re­pública Dominicana el 1° de marzo de 2020 fue mediante una prueba de Reacción en Cadena de Polimera­sa en tiempo real ( PCR-rT), en el La­boratorio Nacional Doctor Defilló, al italiano Claudio Pasqualini.

En el recorrido de detección de 3,093,792 muestras procesadas en estos dos años de pandemia, se han utilizado diferentes test como la se­rológica de sangre conocidas co­mo prueba rápida, la Antígena, de aliento (mayormente usada para rastreo de los casos en los operati­vos) y ha predominado la PCR que identifica el material genético del virus. Es la más costosa y era requi­sito para someterse a procedimien­to médicos. Costaba 5,500 pesos en los laboratorios privados, luego se redujo a 4,200.

Las autoridades sanitarias, enca­bezas por entonces ministro Rafael Sánchez Cárdenas, dijeron que en el país había capacidad para detección y diagnóstico de la enfermedad, pero el aumento de casos llevó a provocar cierto caos, con retrasos, largas espe­ras y citas telefónicas que tardaban hasta dos semanas para tomarles las muestras a los sospechosos de estar contagiados con el virus.

La Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) emitió en marzo, la resolución 229-2020 que es­tablecía la cobertura gratis de las prue­bas PCR, pagadas por el Gobierno.

En noviembre se introdujeron las pruebas antigénicas oficiales, de las que se obtienen los resultados en minutos, y la primera partida de 54,000 fue dona­da por la OMS, utilizadas mayormente en el sistema de rastreo de casos.

Las antigénicas aumentaron la de­manda cuando muchos países esta­blecieron el requisito de que los visi­tantes tenían que llevar una prueba negativa de Covid, exigían las PCR y luego aceptaron las antigénicas, que son cubiertas por el interesado.

A más de un año de estar vigen­te esa disposición, el 23 de abril de 2021, la Sisalril emitió otra resolu­ción, la número 231-2021, que limi­ta la cobertura a las personas a una sola prueba PCR al año, pero previa­mente el paciente debía hacerse y costearse una prueba antigénica, por­que esta última no entraba dentro de la cobertura del sistema de seguridad social.

Como medida paliativa, las auto­ridades sanitarias instalaron centros de pruebas en diferentes localidades, gratis, también en establecimientos comerciales privados. Estas disposi­ciones se dan en el actual gobierno y se iniciaron en la gestión del exminis­tro de Salud Pública, Plutarco Arias.

Vigilancia epidemiológica y registros de caso La vigilancia epidemiológica se inició en el país antes de detectarse el pri­mer caso, el 16 de febrero de 2020, con una subcomisión de comunica­ción de riesgo integrada por institu­ciones públicas y privadas, siguiendo los lineamientos de la OMS. Con una atención en los puertos, aeropuertos, pasos fronterizos, en coordinación con el sector turismo.

Y una vez detectada la presencia del SARS-Co-2 en territorio dominica­no, se siguió el protocolo ya prepara­do, que para los trabajadores de la sa­lud, se estableció el Uso de Equipo de Protección Personal (EPP), de acuer­do con el tipo de atención.

En el área de Triaje incluida bata, lavado de manos frecuente, masca­rilla médica, respirador N95 o FFP2 , protección ocular y facial, gafas. En las áreas de toma de muestra era similar, en los casos sospechosos y positivos.

Refuerzan hospitales y clínicas
Fueron reforzados los hospitales, con áreas de aislamiento para pacientes asintomáticos.

El 19 de marzo, se cierran de las fron­teras del país por tierra, mar y aire. Ese mismo mes fue suspendida la docencia en todos los centros escola­res y universitarios, por la modalidad de clases virtuales. Cesaron las con­centraciones, espectáculos públicos, eventos culturales, artísticos, y depor­tivos, actividades en bares y discote­cas, actos proselitistas, inauguracio­nes del Gobierno.

Fármacos usados
Los protocolos de tratamiento utilizados en pacientes Covid fue­ron cambiando y fármacos que eran administrados pasaron a descontinuarse luego, como la Ivermectina y la hidroxicloroqui­na.

También la gente comenzó a ela­borar infusiones y remedios caseros, calientes, para matar el virus, aparte de que los suplementos, prescitos por facultativos, como las vitaminas C y D y el zinc, están en el recetario.

Los primeros medicamentos utili­zados en el país para el Covid fueron la hidroxicloroquina, el fosfato de clo­roquina y el tocilizumab, disponibles gratis en 14 hospitales públicos y pri­vados. El Gobierno recibió el primer lote de 50,000 tratamientos de hi­droxicloroquina (plaquinol) y luego adquirió un millón de tabletas para 100,000 pacientes.

El antiparasitario Ivermectina, de verse como la panacea que bajaba la carga viral, recetado por distintos es­pecialistas, al rechazo a nivel local e internacional. La OMS desaconse­jó usar ivermectina para tratar la co­vid-19, si no es en ensayos clínicos, dado que no se comprobó la efectivi­dad del tratamiento.

El Tocilizumab se mantiene en uso como medicamento potente contra la enfermedad, igual que el antiviral favipiravir, terapias de anticoagulan­tes, antialérgicos y otros fármacos.

El Regeneron o Regen-Cov2, introducido al esquema de trata­miento de alto costo del país en sep­tiembre de 2021, “que es un cóc­tel compuesto por dos anticuerpos monoclonales, casirivimab e imde­vimab, y actúa como medicamento rehahilizante y evita que el paciente llegue a la gravedad”, según explica Salud Pública, se mantiene dentro de su esquema de tratamiento con­tra el Covid-19. Este fue desconti­nuado por la FDA.

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Estrategias médicas y la creatividad de la gente con tés y remedios caseros
Los especialistas de la sa­lud, sobre todo neumólo­gos e infectólogos, tratan a los pacientes que no re­vestían gravedad, con un coctel de medicamentos, que por razones de mar­cas no citaremos, pero que para la recuperación amerita cuantiosas su­mas de dinero.

La creatividad de la gente y la influencia de las redes sociales con consejos de salud se combinaron para crear remedios caseros, infu­siones, tés y vapores, le­jos de la certificación de la ciencia sobre su efec­tividad.

Las gárgaras calientes, en busca de que el vi­rus muera antes de bajar a los pulmones, se hizo muy común en Repúbli­ca Dominicana, así como las infusiones, donde ca­da quien le daba su toque personal.

El limón, jengibre y ce­bolla mantienen gran auge en las infusiones para “combatir” el virus. También la cúrcuma, chinola, hojas de guaná­bana, eran comunes.

El té de un limón y tres as­pirinas fue una recomen­dación que circulaba en los grupos de redes socia­les y mucha gente lo to­maba.

Un año y tres meses después de dar positivo sufre una trombosis en una pierna
N
ina Guzmán, una enfer­mera de 24 años, dio po­sitivo a Covid en agosto de 2020 y tuvo neumonía en el pulmón iz­quierdo. Un año y tres me­ses después, en noviembre pasado, bajando de la am­bulancia donde traslada­ban a un paciente, se dio un pequeño golpe en la ro­dilla izquierda, ni moretón ni dolor, pero dos sema­nas después se le hinchó y cuando les hicieron los exámenes, le dijeron que tenía un trombo en la arte­ria femoral.

Sin dudas una secuela del Covid. “Quedé sorprendida cuando el doctor que me esta­ba haciendo un doppler (estu­dio que muestra la circulación de la sangre), me preguntó que si había tenido Covid, y le dije que sí, pregunté que si a más de un año de eso yo toda­vía podría tener secuela y dijo que sí.

Yo seguí indagando y cuando le pregunté mi neu­mólogo, también respondió que sí”.

Guzmán fue ingresada en una clínica en Baní, donde permaneció dos semanas, tratada con anticoagulan­tes. “Me pusieron medias de compresión temporal y he seguido las consultas perió­dicas con la cardiovascular y el neumólogo”, afirmó.

Efectos en los pulmones
La neumóloga Evangelina Soler expuso que las varian­tes del Covid suelen afec­tar de manera importante el pulmón con cierto grado de fibrosis, dependiendo del estado del paciente, si es fumador, diabético o lon­gevo. Estas secuelas suelen desaparecer de un mes a un año después, por lo regular.

“Todos los procesos respi­ratorios producen un proce­so de la mortalidad cardio­vascular en un periodo de dos años, es decir, todo pa­ciente que hace neumonía tiene mayor riesgo de desa­rrollar afecciones cardiovas­culares y también de produ­cir otro evento infeccioso a nivel pulmonar. Las atelec­tasias que son colapsos par­ciales o de algunos segmen­tos pulmonares también están muy relacionados con el Covid en la etapa aguda y suelen quedar como secue­las en pacientes con impor­tantes focos neumónicos por el coronavirus.

En el caso de la ómicron, Soler dijo que esta variante afecta además del pulmón, las vías aéreas altas, pudiendo desencadenar un cuadro im­portante de sinusitis.

Las secuelas cardiológicas
La cardióloga Claudia Al­monte detalla que las se­cuelas que deja el covid van desde arritmias, falla car­díaca, hipertensión pulmo­nar, miocarditis, pericardi­tis, síndrome del corazón roto o Takotsubo.

En el primer año, sobre todo en pacientes que tuvie­ron ingresados por Covid, se pueden producir eventos cardiovasculares o cerebro­vasculares. “Es importante, pos Covid, hacer una eva­luación cardiovascular y de factores de riesgos”, sugirió la especialista.

Complicaciones riesgosas tras padecer coronavirus
E
l cirujano vascular y en­dovascular, Ramón Al­berto Pérez Baquero, explicó que aun hay eventos diferentes y nuevos post Covid, por el proceso inflamatorio vas­cular y que los casos gra­ves son los que más se­cuelas presentan.

“Se han descrito al­gunos trombos en ar­terias cerebrales y de miembros inferiores, pero muy pocos casos, en la fase aguda de la enfermedad…“Hemos vis­to en realidad pocas trom­bosis venosas post Covid. La incidencia no es al­ta comparada con la in­cidencia pre Covid. He­mos tenido pacientes con dolores de miembros in­feriores que ceden con analgésicos, vitaminas neuróticas y tiempo”.

Sobre el tratamien­to prolongado de anti­coagulantes, el ciruja­no vascular dice que le “preocupa mucho que aún hoy en día los cole­gas que manejan Covid, por el dimero D eleva­do les den anticoagu­lantes a los pacientes en etapas post Covid hasta por varios meses, estando ellos asintomáticos com­pletamente y sin riesgos”.

Entiende que no hay evi­dencia científica de que se beneficien los pacientes del anticoagulante porque ten­ga dimero D elevado. Dice que el dimero D es una prue­ba de laboratorio que da co­mo resultado la degradación de la fibrina y puede elevar­se en varias situaciones, co­mo embarazo, edad, insu­ficiencia renal y agresiones virales, entre otras. En cam­bio, la trombosis son coágu­los formados dentro de los vasos sanguíneos o cavidad cardiaca.

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“Estos medicamentos no bajan el dimero D, esos valores bajan so­los y pueden permane­cer elevados hasta por 15 meses. El dimero D no es igual a coágulos, pero sí los coágulos ele­van el dimero D. Son muchos los pacientes que recibo en mi con­sulta por este tema, to­mando varios meses anticoagulantes muy caros”, además de las pruebas constantes que se tienen que hacer, es­tá la ansiedad y para­noia en esos pacientes.