Liderazgo consciente, el camino a seguir para las empresas exitosas
Es ley de vida: los cambios son necesarios, porque ayudan a crecer, y el ámbito empresarial no es la excepción. Sin embargo, muchas veces, para que esas transformaciones se den, hace falta un factor externo que las motive, como ha ocurrido con la pandemia por COVID-19.
Luego de vivir una etapa para la que ninguno estaba preparado, y con el retorno de manera paulatina a la ‘normalidad’, cada vez más se habla de la necesidad de rediseñar los estilos de liderazgo, olvidando aquellos que solo se enfocan en resultados, más allá de quiénes deben lograrlo.
Así lo considera la experta en gestión estratégica del capital humano y en bienestar organizacional Luisa Bernhardt Franco (@luisabernhardt), quien dice que el liderazgo actual y del futuro debe poner la mira en el ser y la conexión con sus colaboradores.
Es ahí donde entra el liderazgo consciente, un tipo de liderazgo que se enfoca en la toma de decisiones a favor de los empleados. Este pone el razonamiento por encima de las emociones y vela por el bienestar de los colaboradores, impulsándolos a desarrollarse y adaptarse a los cambios.
“El líder actual debe enfocarse en llevar la bandera de un liderazgo empático y consciente, que sea flexible, entendiendo que el ser humano es integral, que fuera del ámbito laboral tiene una vida más allá de la organización y con intereses que pueden ser totalmente ajenos a esta”, expresa. A eso añade que preocuparse por la salud, no solo física, sino emocional de sus empleados y estar dispuesto genuinamente a colaborar de manera activa son también características de un líder consciente.
De acuerdo con Bernhardt, esas habilidades que antes podían verse como signo de debilidad y hasta romanticismo, son las que ahora hacen la diferencia entre tener personas comprometidas o personas listas para marcharse de una empresa.
Para la especialista en gestión humana, los espacios de trabajo deben invitar a formar parte, a construir relaciones más estrechas y de comunicación entre los miembros de la organización, más allá de la jerarquía, lo que se logra apostando a la flexibilidad y el dinamismo.
“Debe haber mayor presencia de la diversidad, tanto a nivel de sus políticas como de oportunidades, acuerdos laborales con mayor flexibilidad, dejando de lado el modelo de trabajo presencial y moviéndose hacia la modalidad híbrida y de teletrabajo”, explica.
Sobre la modalidad de trabajo, asegura que la virtualidad debe ser una herramienta de apoyo a la presencialidad, pensada en base no solo al puesto, sino también a las necesidades de los colaboradores.
“A esta fecha y en esta etapa, contamos con suficiente información y una buena línea base para poder identificar cómo aplicar de manera exitosa las acciones en las que ambas partes, tanto organización como colaboradores, salgan ganando”, dice, añadiendo que esto se debe hacer tomando en cuenta los datos y analíticas para la toma de decisiones ajustadas a la realidad organizacional más que a las tendencias.
El futuro de las empresas que buscan sobrevivir y fidelizar a su personal y sus clientes requiere emplear un enfoque centrado en el propósito y el talento. “Hay que pasar de la jerarquía lineal a la horizontalidad”, enfatiza Bernhardt. Contrario a lo que pueda pensarse, esto impacta de forma positiva en los tiempos de ejecución y toma de decisiones.
A continuación, cuatro de los principales beneficios que supone el liderazgo consciente para las empresas:
-Define la misión y visión de la empresa. Este tipo de liderazgo implica conocer y comprender la visión de la organización y sincronizarlos con los valores de todas las personas involucradas, tanto empleadores, empleados y clientes.
-Mejora las relaciones laborales. Al enfocarse más en el trabajo en equipo que individual, el liderazgo consciente mejora las relaciones entre trabajadores y promueve la competitividad sana.
-Impulsa el desarrollo de las capacidades. Además del aspecto económico, el líder consciente también debe valorar el talento profesional y ofrecer oportunidades de desarrollo personal ajustado a sus necesidades, para darle la oportunidad a los empleados de desarrollar otras capacidades.
-Aumenta la productividad. Cuando una empresa se encarga de mantener a sus empleados comprometidos, motivados y satisfechos, por regla habrá un aumento en la productividad. Un ambiente de trabajo en el que todos pueden crecer, contribuye a que la empresa también crezca.