Los últimos países comunistas del mundo
Además de Cuba, que celebra desde este viernes el congreso de su Partido Comunista, hay cuatro países comunistas en el mundo: China, Laos, Vietnam y Corea del Norte.
Con un partido único heredado del marxismo-leninismo, que reprime toda oposición política y libertad de expresión, estos Estados, que suman casi 1.600 millones de habitantes, se han abierto a una economía de mercado, excepto Corea del Norte.
Mao Zedong proclama la República Popular China el 1 de octubre de 1949.
El actual hombre fuerte de China, Xi Jinping, se convierte en secretario general del Partido Comunista en 2012 y en presidente un año después. Los medios de comunicación estatales promueven el culto a la personalidad del líder. El Parlamento modificó la Constitución para permitirle perpetuarse en el poder indefinidamente.
El país, cuya economía despegó después de ingresar a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001, se ha convertido en la segunda economía mundial y en la fábrica global.
A finales de 2020, el régimen declaró erradicada “la pobreza extrema”.
China prevé crecer este año al menos un 6%, mientras continúa recuperándose de la conmoción de la pandemia del coronavirus, descubierto en su territorio a finales de 2019.
Después de 45 años de régimen comunista, Laos es uno de los países más pobres de Asia.
La antigua colonia francesa (hasta 1953) se convirtió en un país comunista a finales de 1975, al término de la guerra de Vietnam, tras el derrocamiento de la monarquía por los revolucionarios comunistas.
El Partido Revolucionario Popular de Laos, que ostenta el poder político y militar, controla los tribunales populares y los medios de comunicación. En 1986 decidió liberalizar su economía.
La Bolsa de Laos fue inaugurada en 2011. El país se adhirió a la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, Asean, en 1997, y a la OMC en 2013.
Casi un tercio de los niños laosianos menores de cinco años sufren malnutrición (Banco Mundial).
El PC gobierna Vietnam desde hace 46 años.
Al final de la Guerra de Indochina, en 1954, Vietnam queda dividido en dos: la República Democrática de Vietnam del Norte, dirigida por Ho Chi Minh, y la República del Vietnam del Sur, apoyada por Estados Unidos.
Después de la guerra de Vietnam, los comunistas del norte entran en Saigón el 30 de abril de 1975, bautizándola Ciudad Ho Chi Minh. El país se reunifica en 1976.
El régimen vietnamita se abre a una economía de mercado en 1986. En 1994, Estados Unidos le levanta el embargo y el país conoce un boom de la inversión extranjera.
En 2000 se firmó un acuerdo con Washington y se abrió la Bolsa de Ciudad Ho Chi Minh. En 2007, Vietnam entró a la OMC.
A pesar de un fuerte crecimiento (de 7% en 2019), la pobreza alcanzaba al 6,7% de la población en 2018 (Banco Mundial).
El Partido de los Trabajadores dirige desde hace 75 años Corea del Norte, uno de los países más cerrados del mundo.
En 1945, la península coreana quedó dividida entre el Norte, bajo el gobierno de Kim Il Sung apoyado por los soviéticos, y el Sur protegido por Estados Unidos.
El 9 septiembre 1948, Kim Il Sung funda la República Popular Democrática de Corea.
Cientos de miles de personas mueren de hambre en Corea del Norte entre mediados y finales de la década de 1990, un período conocido en el país como la “Ardua marcha”.
En el siglo XXI, el Estado ha reducido su dominio sobre la economía y la agricultura, pero conserva el control político absoluto.
El país más militarizado del mundo reconoció en 2003 que pretendía hacerse con el arma atómica. Realizó su primera prueba nuclear en 2006, seguida de otros cinco ensayos. Corea del Norte también ha desarrollado misiles balísticos de largo alcance, capaces de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
El país enfrenta múltiples sanciones internacionales que buscan forzarlo a detener sus programas nuclear y balístico, ambos prohibidos.
En 2009, Corea del Norte revisó la Constitución, suprimiendo cualquier referencia al comunismo y proclamando la supremacía del Kimilsungismo-Kimjongilismo. Kim Jong Un se convirtió en 2011 en el tercer dirigente de la dinastía Kim.
En 2014, una comisión investigadora de la ONU estimó que el país tiene entre 80.000 y 120.000 prisioneros políticos.