Marcio Veloz Maggiolo, se ha marchado nuestra pluma mayor

La República Dominicana está de luto. No sólo ha perdido a su escritor mayor, sino a una figura fundamental de la historia y la cultura latinoamericana.

Sus sabios y profundos artículos dejarán de salir en las páginas de Listín Diario, pero se mantendrán siempre como modelo de calidad literaria y pensamiento vertical, siempre al lado de las mejores causas de su país y del mundo.

Don Marcio, como cariñosamente se le conoció, nació en Villa Francisca, Santo Domingo, en agosto de 1936.

Al momento de su muerte, estaba a punto de publicar por el sello Loqueleo, de Editorial Santillana, su novela juvenil “Janumán”, sobre la simpática historia de un león que comía batatas y de un mono llamado Janumán.

Al momento de su muerte también trabajaba en dos novelas para adultos. Fue un laborioso trabajador de la palabra. Lo hacía sin descanso y devoción.

Narrador, poeta, ensayista, crítico literario, arqueólogo y antropólogo, Marcio Veloz Maggiolo cursó su educación primaria en la Escuela México y la secundaria en el Liceo Presidente Trujillo y la Escuela Hostos.

Se graduó de bachiller en la Escuela Hostos (1957); se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (1962), y realizó su doctorado en Historia de América en la Universidad de Madrid (1970). También hizo estudios superiores de periodismo en Quito, Ecuador.

A lo largo de su trayectoria profesional ocupó cargos como el de subsecretario de Estado de Cultura; director del Departamento de Investigaciones del Museo del Hombre Dominicano; director del Departamento de Antropología e Historia de la Universidad Autónoma de Santo Domingo; director-fundador del Departamento de Extensión Cultural de la misma universidad, y director del Museo de las Casas Reales. Además, se desempeñó como embajador en México, Perú e Italia.

Contó con una amplia carrera literaria. Parte de su obra narrativa y ensayística ha sido traducida al inglés, italiano, francés y alemán. “Es uno de los escritores dominicanos contemporáneos más prolífico y difundido nacional e internacionalmente”.

Entre su bibliografía pasiva se encuentran libros de la talla de El buen ladrón(1960);  Creonte y seis relatos (1961); Intus (1962); El prófugo (1962); Judas: El buen ladrón (1962); La vida no tiene nombre (1965); Los ángeles de hueso (1966); Cultura, teatro y relatos en Santo Domingo (1969); De abril en adelante (1975); Sobre cultura dominicana (1977); De dónde vino la gente (1978); Sobre cultura y política cultural en la República Dominicana (1980); La biografía difusa de Sombra Castañeda (1981); Materia prima (1990); Ritos de cabaret (1992); El jefe iba descalzo (1993); Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas(1996).

Entre los múltiples galardones que ha recibido por su obra creativa, destacan el Premio Nacional de Poesía (1961) con Intus; el Premio Nacional de Novela (1962) con El buen ladrón; el Premio Nacional de Novela (1981) con La biografía difusa de Sombra Castañeda; el Premio Nacional de Cuento (1981) con La fértil agonía del amor; el Premio Nacional de Novela (1990) con Materia prima; el Premio Nacional de Novela (1992) con Ritos de Cabaret; el Premio Nacional de Literatura (1996), y el Premio Feria Nacional del Libro (1997) con Trujillo, Villa Francisca y otros fantasmas.