La provincia canadiense de Columbia Británica, situada en la costa del Pacífico, declaró este miércoles un estado de emergencia luego de las inundaciones y deslaves causados por las intensas lluvias.
El lunes por la noche, se recuperó el cuerpo de una mujer en uno de los deslaves ocurridos en la región. Las autoridades señalaron el miércoles que anticipan encontrar más muertos.
Todas las rutas principales entre la zona conurbada de Vancouver, la tercera ciudad más poblada de Canadá, y el interior de la provincia de la Columbia Británica quedaron bloqueadas por desprendimientos, inundaciones o deslizamientos de tierra después de las lluvias históricas en el sur de la región entre sábado y lunes.
“Las lluvias torrenciales han provocado terribles inundaciones que han perturbado la vida y le han arrebatado la vida a personas en toda la Columbia Británica. Quiero que la población esté al tanto que el gobierno federal ha estado colaborando con las autoridades locales”, dijo el primer ministro canadiense Justin Trudeau desde Washington. “Estamos enviando recursos, como las Fuerzas Armadas Canadienses, para ayudar a la gente, pero también estaremos ahí para la limpieza y la reconstrucción después de los impactos de estos fenómenos meteorológicos extremos”, añadió.
El gobierno federal informó que desplegará a la fuerza aérea para asistir en las labores de evacuación y brinde apoyo en las líneas de suministro.
Helicópteros militares participaron en la evacuación de unas 300 personas de una carretera donde la gente quedó atrapada dentro de sus vehículos la noche del domingo después de un deslizamiento de tierra.
“Anticipamos confirmar más muertes en los próximos días”, señaló John Horgan, primer ministro de Columbia Británica.
Horgan describió las lluvias como un acontecimiento que ocurre una vez cada 500 años. Dijo que la declaratoria de estado de emergencia incluirá restricciones de viaje a fin que el transporte de productos esenciales, y los servicios médicos y de emergencia lleguen a las comunidades que los necesitan. Pidió a la población que no acumule bienes.
“Son tiempos muy difíciles. Llevo dos años hablando desde este estrado sobre los tiempos difíciles a los que nos enfrentamos: desafíos sin precedentes en materia de salud pública, incendios forestales, calentamiento y ahora estas devastadoras inundaciones que nunca antes habíamos visto”, señaló Horgan.