Al menos 70 periodistas nicaragüenses se han marchado al exilio desde abril de 2018, cuando estallaron unas manifestaciones contra el Gobierno que preside el sandinista Daniel Ortega, según un informe divulgado por el periodista Carlos Fernando Chamorro, quien se ha exiliado en dos ocasiones en los últimos tres años.
“Más de 70 periodistas, desde 2018 y en esta nueva ola (de arrestos contra dirigentes opositores y profesionales independientes) de 2021, han tenido que salir al exilio para poder seguir haciendo periodismo desde Costa Rica, Estados Unidos y España”, puntualizó Chamorro, director del diario Confidencial y de los programas televisivos Esta Semana y Esta Noche.
Chamorro, una de las voces más críticas al Gobierno de Ortega y galardonado en los 38 Premios de Periodismo Ortega y Gasset, abandonó Nicaragua en junio pasado, en medio de una ola de arrestos contra varios dirigentes políticos opositores, empresarios y periodistas, para evitar ser aprehendido.
Chamorro, hijo del héroe nicaragüense asesinado Pedro Joaquín Chamorro Cardenal y la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro (1990-1997), observó en su informe, presentado ante representantes de organismos humanitarios, que además de los periodistas exiliados, la Policía de Nicaragua mantiene ocupada las redacciones de Confidencial, del diario La Prensa y 100 % Noticias.
“A pesar de la supresión de la libertad de prensa y de la libertad de expresión, se sigue haciendo periodismo e informando con veracidad, aunque ahora los periodistas no tenemos fuentes, porque casi nadie o nadie puede atribuir la información que brinda o sus opiniones, y tenemos que cubrir sus identidades por temor a represalias”, explicó.
A juicio de Chamorro, que fue acusado por la Fiscalía por los delitos de lavado de dinero, bienes y activos, entre otros, y que se encuentra en Costa Rica, “están suprimidas de facto las libertades de expresión” en Nicaragua.
Advirtió que si continúa el “estado policial” en Nicaragua, “la dictadura prolongará por más tiempo el control del poder”.
Según un informe del diario la Prensa, al menos 107 ataques contra la libertad de prensa ocurrieron en Nicaragua en octubre pasado, mientras que en las elecciones generales el domingo pasado, en las que resultó reelegido Ortega para un quinto mandato y cuarto consecutivo, en medio de cuestionamientos de legitimidad, no ofreció garantías ni el respeto al derecho de la libre información y cobertura periodística.
El Consejo Supremo Electoral no acreditó a los reporteros de los medios independientes y las autoridades tampoco permitieron ingresar al país de misiones periodísticas internacionales.
El lunes pasado, Ortega dijo que no permitió el ingreso a periodistas “de las grandes corporaciones, que ya sabemos a quién les pertenecen, les pertenecen a los imperios” y que tuvieron “el valor, los sinvergüenzas, de decir que quieren venir a cubrir las elecciones”.
“Si nos viven echando maldiciones y quieren entrar a cubrir las elecciones. Ya sabemos, son empleados de las agencias de inteligencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Esos no entran aquí”, remarcó.
Los ataques contra periodistas y medios independientes se han incrementado luego de las protestas masivas contra el presidente Ortega en abril de 2018.
Desde entonces, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.