Miles de migrantes están bloqueados a la intemperie desde hace varios días en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, en condiciones humanitarias deplorables, mientras las temperaturas en esta parte de Europa bajan a cero grados.
Estos son los principales momentos clave de la crisis migratoria que envenena desde hace meses las relaciones entre Bielorrusia y la Unión Europea.
Represalias contra sanciones
A finales de junio de 2021, Bielorrusia suspendió su participación en la Asociación Oriental, establecida entre la Unión Europea y seis antiguas repúblicas soviéticas, en represalia por las sanciones impuestas al presidente bielorruso Alexander Lukashenko y a los miembros de su gobierno implicados en la brutal represión de la protesta por los resultados de las presidenciales del 9 de agosto de 2020.
Ubicada a las puertas de la UE y fronteriza con Polonia, Letonia y Lituania, Bielorrusia también amenazó implícitamente con dejar de cooperar en la lucha contra la inmigración ilegal y el crimen organizado.
Lituania anuncia la construcción de un muro
El 9 de julio, Lituania anunció la construcción de un muro en su frontera con Bielorrusia tras un aumento “escalofriante” del número de migrantes, la mayoría oriundos de Medio Oriente y África, provenientes de ese país.
Las tensiones entre ambos países se incrementaron después de que Lituana se convirtiera en 2020 en el refugio de la oposición bielorrusa.
El 10 de agosto, Letonia, decretó el estado de emergencia en su frontera con Bielorrusia.
Polonia impone estado de emergencia
El 2 de septiembre, Polonia, tras arrancar la construcción de una valla de alambre de púas y desplegar 2.000 soldados, impuso el estado de emergencia en su frontera con Bielorrusia y prohibió el acceso a la zona a los no residentes, incluidos los medios de comunicación.
Varias oenegés acusan a Polonia de deportar ilegalmente a los inmigrantes, impidiéndoles solicitar asilo y obligándoles a regresar a Bielorrusia. Polonia legalizó esta controvertida práctica a mediados de octubre.
Primeros migrantes muertos
El 20 de septiembre, Polonia culpó a Bielorrusia y a Rusia de la oleada de inmigración ilegal en su frontera. La víspera fueron hallados en la zona cuatro migrantes muertos.
Según el diario polaco Gazeta Wyborcza, al menos 10 migrantes han perdido la vida desde el inicio de la crisis.
Muro antimigrantes
El 8 de octubre, doce países de la UE, incluidos Austria, Grecia, Polonia y Hongría, pidieron a Bruselas financiar la construcción de “barreras” en sus fronteras. La UE respondió que no financiará la instalación de alambres de púas ni muros.
El 25 de octubre, Polonia anunció que desplegó a 10,000 soldados en su frontera con Bielorrusia. Poco después, el parlamento polaco validó la construcción de un muro para frenar la llegada de migrantes.
Francia denuncia un “tráfico” de seres humanos
El día 27, Francia acusó a Lukashenko de estar detrás de un tráfico “inteligentemente organizado” de seres humanos con terceros países, hacia la Unión Europea, vía Turquía y Dubái.
A principios de noviembre, Polonia convocó al encargado de negocios bielorruso tras una incursión, calificada de “provocación”, de personas armadas y uniformadas en su territorio desde Bielorrusia.
Temor de una escalada
El 8 de noviembre, las autoridades polacas dijeron que temían una escalada “de naturaleza armada” en la frontera con Bielorrusia, donde se concentran entre 3,000 y 4,000 migrantes, según Varsovia.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, exigió nuevas sanciones contra Minsk, mientras que Estados Unidos condenó enérgicamente la “explotación política y la manipulación de personas vulnerables” por parte de Bielorrusia.
El 9 de noviembre, Polonia denunció un “ataque híbrido” que amenaza a la UE y Lukashenko mantuvo una conversación telefónica con Putin.
Putin hace un llamado al diálogo
El 10 de noviembre, Polonia acusó a Putin de orquestar la crisis migratoria y a Bielorrusia de “terrorismo de Estado”.
El día 11, Bielorrusia amenazó con cortar el gas a Europa en caso de nuevas sanciones y Putin hizo un llamado al diálogo.
El día 12, el Kremlin aseguró que sus entregas de gas continuarán.
Turquía, por su parte, prohibió a los ciudadanos de tres países de Oriente Medio volar a Bielorrusia desde su territorio.
Los ejércitos ruso y bielorruso anunciaron ejercicios aéreos conjuntos cerca de la frontera polaca.