Canciller RD reitera solución en Haití dependen de élites
El ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Roberto Álvarez, reiteró este jueves que el gobierno no será partícipe de la solución al conflicto interno que tiene Haití con la proliferación de pandillas armadas que controlan parte de su territorio.
En su participación como orador invitado en el almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (Amchamdr) expresó: «El Gobierno dominicano siempre ha postulado que la solución a la crisis de Haití sólo puede surgir de un diálogo amplio y de buena fe entre los propios haitianos. A la vez, hemos sostenido que corresponde a la comunidad internacional apoyando a Haití en la creación de las condiciones necesarias para este diálogo».
De manera enfática, Álvarez recordó que República Dominicana promovió «militantemente» la permanencia de la Misión Integrada de Naciones Unidas en Haití (Binuh), y que el Consejo de Seguridad aprobará una Fuerza Multinacional de Asistencia a la Policía Nacional Haitiana, para restaurar el orden y establecer la ley.
En ese sentido, explicó a los empresarios presentes en el encuentro la labor que realizó el equipo diplomático del país durante dos años. Lo que, a su consideración, resultó en medidas positivas.
Resoluciones del Consejo de Seguridad
En ese orden, el canciller citó la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de las cuatro resoluciones para sentar la base con la que el pueblo haitiano podría restaurar su estabilidad: 2645 (2022), 2653 (2022), 2692 (2023) y 2699 (2023).
Dijo que las cuatro resoluciones son esenciales al sentar las bases para que los haitianos avancen por ellos mismos en la solución de su crisis.
El funcionario resaltó que los aspectos más significativos de estas resoluciones son:
- Primero, se creó un comité de sanciones contra las personas y organizaciones que financian las pandillas, para lo que, en los días próximos el Consejo de Seguridad aprobará la primera lista de sancionados.
- Segundo, explicó que se promulgó un embargo de armas y municiones hacia Haití, y como tercer punto destacó que se creó una Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití, liderada por Kenia y con el apoyo de por lo menos otras naciones.
Señaló que las medidas adoptadas por estas resoluciones son la antesala para que Haití inicie un proceso de cambio profundo, siendo las élites haitianas las responsables de colocarse a la altura de la problemática histórica con su pueblo.
Asimismo, reiteró que esa clase social ya tiene las experiencias previas, incluyendo los aciertos y desaciertos de la comunidad internacional, para retomar la construcción de un Estado moderno y estable.
«Quiero ser enfático, reiterando que Haití está frente a una coyuntura única. Para eliminar el embrión de las pandillas y recuperar la estabilidad del país, esas élites deben avocarse irremediablemente a tres tareas fundamentales, primero: restaurar la paz, la seguridad y el imperio de la ley; segundo: favorecer la inversión pública y privada para un desarrollo inclusivo, y tercero: apoyar la consolidación de la institucionalidad democrática, creando una administración», agregó el canciller.
Durante su discurso el canciller hizo una reseña sobre el conflicto que permanece entre ambos países por la construcción «ilegal» de un trasvase que, según el canciller, han querido disfrazar de canal, aprovechando el flujo de agua que pasa por el río Dajabón para la agricultura.
«A la fecha, no sabemos quién se va beneficiar de esa obra», apuntó.