La embajada de los Estados Unidos aseguró que en los últimos meses sus ciudadanos en República Dominicana «han reportado haber sido retrasados, detenidos o sujetos a un mayor interrogatorio en los puertos de entrada y en otros encuentros con funcionarios de inmigración basados en su color de piel».
Esta denuncia ha generado rechazo del Gobierno y otros sectores que también han negado que algo de eso sea cierto. A esas voces se unió monseñor Jesús Castro Marte, Obispo de la Diócesis de La Altagracia.
El obispo dijo que «hay que ver de dónde ellos (la embajada) sacaron esa información» y afirmó que los inmigrantes se «están tratando con cierta dignidad».
«Creo que en nuestro país el haitiano y el dominicano en la frontera y si tú visitas los bateyes, están conviviendo», agregó el sacerdote.
El Ministerio de Relaciones Exteriores también ha pedido pruebas. En un extenso comunicado, esta entidad manifestó que «el Gobierno de Estados Unidos no ha aportado prueba alguna, más allá de casos anecdóticos sin verificación independiente, de que exista un patrón sistemático de violaciones de los derechos de los migrantes, ordenado por las autoridades dominicanas».
La embajada norteamericana había pedido a sus ciudadanos de piel oscura o afroamericanos en República Dominicana o con planes de viajar que podrían ser afectados con una mayor interacción con las autoridades dominicanas a causa de su raza.
También reportó tener informes de que los detenidos se mantienen en centros de detención superpoblados, sin la capacidad de impugnar su detención y sin acceso a alimentos o baños, a veces durante días, antes de ser liberados o deportados a Haití.
Castro Marte entiende que se debe respetar la política de cada país y que cada país tiene sus normas y su dinámica. «Lo que hay que respetar siempre los derechos humanos de la persona», acotó.
«Pero hay que aplicar las leyes de migración en cada país; cada país tiene sus normas. Ellos la aplican allá y nosotros la aplicamos aquí también», enfatizó el sacerdote.