Pocos de mira ancha

A los miles de aspirantes a puestos electivos los vemos en estos días hablando hasta por los codos, promocionan el “voten por mí” o “soy el mejor”. No es exagerado afirmar que en el ruedo hay pocos políticos profesionales, dedicados a eso para desde una función pública servir al país. Abunda el político de ocasión, el de oportunidades y el improvisador que semeja a humoristas repentistas que proponen la primera comiquería que se les ocurre. Están también los políticos que conciben ese quehacer únicamente como escalera y no paran mientes en nada, incluida la desconsideración personal del adversario. Lo de que la política es la ciencia más pura y la más digna de ocupar las inteligencias nobles, ese tipo de político se lo deja a Duarte.

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