Por primera vez en décadas, el Líbano e Israel se sientan a negociar
El Líbano e Israel se sentaron este miércoles a negociar sobre una cuestión civil por primera vez en décadas para tratar de demarcar sus fronteras marítimas, siquiera sea en terreno de la ONU y por vía indirecta para no ir más allá de las cuestiones meramente técnicas.
Más de 14 años después de la guerra entre el grupo chií libanés Hizbulá e Israel, y apenas unas semanas después de la última trifulca entre ambos, las delegaciones de las dos naciones y los mediadores de Estados Unidos y la ONU se sentaron en el cuartel de la ONU en la localidad fronteriza de Naqura.
La reunión, de la que no ha trascendido apenas información, concluyó alrededor de una hora después de su inicio, con la agenda centrada en la disputa sobre unos cuantos kilómetros por los que debe discurrir la divisoria y de los que dependerá el acceso a los recursos del subsuelo en esa zona.
Las autoridades libanesas han insistido en los últimos días en que no conversarían de forma directa con la delegación israelí sino por mediación de los representantes de Naciones Unidas y Washington.
Ambos países han mantenido también que el diálogo lanzado hoy se limitaría a la delimitación de la divisoria y descartaron que se vaya a negociar un acuerdo de paz ni una normalización de relaciones, semanas después de que dos naciones árabes normalizasen relaciones con Israel.
Tampoco se han publicado imágenes del transcurso de la reunión y una fotografía de familia de los mediadores difundida por la Embajada de Estados Unidos es prácticamente la única prueba gráfica del histórico evento.
Las conversaciones, en las que media el jefe de Asuntos de Oriente Próximo en el Departamento de Estado de EEUU, David Schenker, se producen un mes después de que el Ejército libanés derribara un dron israelí que violó su espacio aéreo y menos de dos después de que Hizbulá alcanzara otro avión no tripulado.
Los incidentes fronterizos entre ambas fuerzas son frecuentes: este mismo verano hubo un intercambio de fuego sin víctimas desatado al acusar Israel a un comando armado del grupo chií de cruzar la denominada Línea Azul, establecida por la ONU entre el Líbano y el Estado judío.
Sendos Gobiernos se han limitado a compartir algunas palabras de sus delegaciones sin entrar a valorar los posibles avances o retrocesos ni aportar detalles sobre lo debatido.
El líder de la delegación libanesa, general de brigada Bassam Yassin, calificó la reunión como el ‘silbido’ para hacer arrancar el ‘tren’ de unas negociaciones ‘técnicas’ e ‘indirectas’ sobre la delineación de su frontera sur, pero recordó que este será un viaje de ‘mil millas’.
‘Esperamos que las ruedas de las negociaciones corran a un ritmo que nos permita completar este asunto en un tiempo razonable’, afirmó el alto mando, de acuerdo con una transcripción de su discurso difundida por el Ejército libanés.
En ningún momento se refirió a Israel por su nombre, si no que le llamó ‘las otras partes’.
Tras finalizar la histórica ronda de negociaciones, el general de brigada informó al presidente libanés, Michel Aoun, de los desarrollos de este miércoles en Naqura, según dijo la Presidencia en un comunicado.
La delegación israelí, por su parte, señaló en un comunicado posterior que, durante el encuentro, las partes ‘establecieron la agenda’ de las próximas reuniones, cuyas fechas no especificaron pero indicaron que comenzarán ‘en las próximas semanas’.
Tras las conversaciones de hoy, la delegación envió en su caso un informe de lo discutido al ministro de Energía, Yuval Steinitz, que aprobó la continuación de las negociaciones.
Una fuente militar libanesa que pidió el anonimato dijo a Efe que se ha acordado que la próxima reunión entre las partes tenga lugar el próximo 28 de octubre, sin ofrecer más detalles sobre un asunto cuyos avances se está manejando con considerable secretismo.
En un comunicado conjunto, el Gobierno de Estados Unidos y la oficina del coordinador especial de la ONU para el Líbano, Jan Kubis, aseguraron que los asistentes mantuvieron conversaciones ‘productivas’ y se comprometieron a continuar con las negociaciones este mismo mes.
El encuentro se produce en un momento en el que existe una importante presión internacional sobre el Gobierno del Líbano, un país que vive su peor crisis económica en décadas y cuya capital quedó parcialmente destruida el pasado agosto por una explosión en el puerto de la capital que causó más de 200 muertos y 6.500 heridos. EFE