Reflexiones a un año de mi columna migratoria

A lo largo de este último año, desde marzo de 2023 hasta marzo de 2024, he tenido el privilegio y la responsabilidad de abordar temas migratorios desde la perspectiva de un columnista en Z101 y Z Digital, medios de mayor difusión en la República Dominicana. Este trabajo no ha sido solo un ejercicio de escritura, sino un profundo viaje personal y profesional que me ha permitido explorar las múltiples facetas de la migración, un tema que toca la vida de innumerables individuos y familias, no solo en nuestra nación, sino en todo el mundo.

Desde la aprobación de visas tras la pandemia hasta la escasez de enfermeros y la importancia de la migración legal, cada artículo ha buscado desentrañar las complejidades de la ley migratoria hacia los Estados Unidos, las políticas implementadas y sus efectos en la vida de las personas. He intentado ofrecer una mirada equilibrada, entendiendo que detrás de cada política y procedimiento hay historias humanas, sueños y luchas.

La serie comenzó con un análisis sobre la visa EB-2, explorando sus requisitos y cómo podría beneficiar a profesionales dominicanos como me benefició a mí y a mi familia. Este tema abrió la puerta a un extenso diálogo sobre otras visas y estrategias migratorias, desde la NIW (National Interest Waiver) hasta el TPS (Temporary Protected Status) para venezolanos, destacando las oportunidades y desafíos de cada proceso.

Uno de los momentos más significativos de este año fue cuando traté la relación entre la migración y las crisis sanitarias globales, destacando cómo la pandemia ha alterado no solo las políticas migratorias sino también la percepción pública de la migración. En ese contexto, discutí la importancia de una migración segura y legal, especialmente en un mundo que cambia rápidamente.

A través de cada artículo, mi objetivo ha sido siempre iluminar las realidades de la migración, desmitificando conceptos erróneos y proporcionando información precisa y accesible. He buscado animar a nuestros compatriotas a perseguir su sueño americano a través de vías legales, subrayando siempre la importancia de la preparación y el respeto por las leyes y procedimientos de Estados Unidos.

Además, en artículos como «Por qué he venido a RD«, he compartido experiencias personales y reflexiones, acercando aún más a los lectores a la realidad vivencial de la migración y lo que significa en un contexto más amplio. Este acercamiento personal ha sido clave para construir un puente de empatía y comprensión entre mis lectores y los temas tratados.

En esta retrospectiva, no puedo dejar de mencionar el invaluable apoyo de la familia Rodríguez, don Bienvenido, Bienchy y de todo el equipo de Z101 y Z Digital. Su confianza y apoyo no solo me han permitido explorar estos temas en profundidad sino también alcanzar a un público amplio y diverso, contribuyendo al diálogo nacional e internacional sobre la migración.

He aprendido que hablar de migración no es solo hablar de leyes y políticas; es abordar la esperanza, el sacrificio y la búsqueda incansable de un futuro mejor. Cada historia compartida, cada análisis ofrecido, ha sido un paso más en el camino hacia la comprensión y el respeto mutuo. Me he esforzado por transmitir que, aunque la migración implica desafíos, también está llena de oportunidades y lecciones de vida.

Mirando hacia el futuro, me siento motivado por los mensajes y comentarios de los lectores que han encontrado en mi columna una fuente de inspiración y orientación. Esta interacción constante ha enriquecido mi trabajo y ha reafirmado mi compromiso con la verdad, la justicia y la humanidad. Este año como columnista sobre temas migratorios ha sido una aventura extraordinaria, llena de aprendizajes, desafíos y satisfacciones. Mi mensaje para aquellos que buscan emprender su camino como inmigrantes en los Estados Unidos es claro: háganlo siempre por las vías legales establecidas, prepárense adecuadamente, y mantengan la fe y la esperanza. La migración, cuando se aborda con respeto, preparación y dignidad, puede abrir puertas a nuevas oportunidades y experiencias enriquecedoras.

A todos mis lectores, a la familia Rodríguez y al incansable equipo de Z101 y Z Digital, les extiendo mi más profundo agradecimiento. Su apoyo ha sido el pilar de este proyecto, permitiéndome llevar a cabo una labor que va más allá de lo profesional; es una labor de corazón, una contribución a la comunidad que trasciende fronteras y culturas.

En este cierre del artículo número 52, quiero dejarles un mensaje de optimismo y aliento: cada paso que damos en la dirección de nuestros sueños nos acerca más a ellos, independientemente de las adversidades que enfrentemos en el camino. La migración, con sus desafíos y recompensas, es una prueba de nuestra resiliencia y determinación.

A aquellos que están considerando emprender su viaje migratorio, les digo: infórmense, prepárense y actúen con integridad. Ustedes no están solos; hay comunidades y personas dispuestas a apoyarles en este viaje. Y recuerden siempre que, en la búsqueda de un futuro mejor, llevar consigo los valores de respeto, trabajo duro y solidaridad hará la diferencia. “Da lo mejor de ti y lo mejor vendrá”, como reiterara la Madre Teresa.

Deseo reiterar mi gratitud y mi compromiso de seguir aportando a nuestra comprensión de la migración como una ventana hacia un mundo de mayores oportunidades y entendimiento mutuo. A todos, gracias por acompañarme en este primer año de aventuras, reflexiones y aprendizajes. Que los próximos años nos traigan más historias de éxito, superación y contribución positiva a nuestras comunidades y más allá.

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