Techy Fatule, con 30 años sobre las tablas: “Me considero una artista integral”
“La crisis sanitaria que hemos vivido me sirvió para preguntarme, ¿quién soy yo como ser humano y cómo artista?, ¿dónde quiero llegar?, ¿cómo quiero vivir? Ha sido de tal magnitud que muchos nos hemos planteado cuestiones que antes no nos hubiéramos preguntado”.
Con esta reflexión arranca Techy Fatule la entrevista con Efe y prosigue contundente: “Con la pandemia perdí a mi abuelo, mi referente vital”. Hace una pausa y sigue. “Fue un hombre muy rico humanamente, siempre vivió para quien lo necesitaba”. Pero aquel mismo proceso de perderlo… le inspiró. Aquello también le llevó a preguntarse muchas otras cosas.
¿Qué nos puede contarnos de su abuelo?
Fue diputado nacional y director de la CEAR, (Consejo Estatal del Azúcar de República Dominicana), una buena persona, muy rico en amor y quién me abrió los ojos. Me decía: ‘qué voy a hacer yo con todo lo que tengo, tengo salud y trabajo, mientras otras personas no pueden ni permitirse ir a un hospital`. La magnitud de la pandemia nos hizo revolvernos en todo.
La artista dominicana tiene 34 años, es madre de un niño de nueve años al que le dedicó la “Canción de Dylan” (2012) y ahora en su tercer disco de estudio, “Siete”, le dedica un tema de amor a su esposo, David.
Techy empezó a cantar a los cuatro años además de interpretar en series infantiles y espectáculos musicales. Marielle Stephanie Fatule Báez, su verdadero nombre, es hija del cantante y actor Carlos Alfredo Fatule y de la comunicadora Tania Báez. Ellos fueron los que pronto descubrieron el talento artístico de su hija y de su interés por la canción. Ella continuó sus estudios en el Berklee College of Music de Boston (EE.UU.), pero ahora Techy reconoce estar volcada de lleno en su carrera musical.
Niña prodigio, perteneció a un grupo infantil que apareció en espacios infantiles en el Teatro Nacional de República Dominicana y, después, en otros espectáculos infantiles de televisión como el programa “Sábado Gigante”, hasta que en 1990 su familia se traslada a Miami por razones laborales de su padre.
¿Cuáles son sus referentes musicales?
Juan Luis Guerra, Juanes, muchos grandes me han enseñado. Cuando tenía siete años me regalaron un casette de Laura Pausini y me enamoré de como sonaba, de sus letras. Y quise ser como ella. La admiro, adoro su música. Pero también veo que, cuanto más grande es un artista, menos ego tiene. Por eso creo que los artistas nos debemos a los demás, y que tenemos que ayudar a los que están empezando, a los que están por debajo y, en mi caso, a las mujeres.
¿Con quién cuenta, a quien destacaría en su carrera?
Mi padre fue una gran inspiración para mí. Cuando termino una canción se la mando a él, que me comenta, y yo las suyas. Formamos un buen equipo.
En 1997 tuvo su gran oportunidad cuando protagoniza ‘Alicia en el país de las maravillas’ en formato de musical infantil y después participó en otros musicales, entre ellos los de ‘Jesucristo Superstar’ y ‘Evita’, e incluso fue La Bella en el clásico ‘La Bella y la Bestia’. También trabajó en ‘Mujeres Asesinas’, entre 2011 y 2012. Pero, a partir de entonces, Techy focaliza su talento en su faceta de cantante y compositora. Son años muy importantes para Techy. En 2011 se casa su marido, David, y al año siguiente nace su hijo, Dylan.
¿Cómo se considera, una cantante que actúa, o más una actriz que canta?
Soy cantante. Artista. Llevo 30 desarrollándose en diversos campos de las artes, pero lo que más amo es cantar, aunque puedo decir que tengo experiencia suficiente para definirme o considerarme como una artista integral.
¿A qué canta Techy Fatule?
Mis temas suelen cantar al amor, a las cosas de la vida. Por ejemplo, el sencillo “Todo” (2020), es un tema escrito en un momento especial para las mujeres, para todas las mujeres, desde la música hasta la política.
Usted tiene canciones en las que se dicen frases como “Te quedas o te vas”; “Entregarte todo hasta que no me quede ni un suspiro”; “Déjame entregarte todo”. ¿No es mantener de algún modo el viejo chiché de la mujer sometida al hombre?
Esas letras han ido cambiando. Ahora han adquirido gran importancia en mis canciones y las hago con mensaje. El aporte de las mujeres en la música está en un momento especial y además se está produciendo en la sociedad un empoderamiento para el sexo femenino. Creo que debería haber más equidad y en la música tenemos que seguir creciendo, aunque se han roto muchas barreras.
¿Quiénes le acompañan en sus actuaciones?
Mi equipo es casi todo femenino, es una banda de chicas casi completa. Mi idea es que debemos apoyarnos siempre las mujeres.
¿Cómo ve la situación musical, pero en cierto momento comentó que la música ha cambiado mucho a través de la red?
Se ha transformado enormemente. Ahora estoy en casa y hay gente al mismo tiempo escuchándome en Chile, Argentina o España. Antes, si no visitaba esos países, y no había prensa y marketing, era muy difícil que me conocieran.
Acaba de sacar su cuarto trabajo, tercero de estudio, “Siete”, que lo componen siete temas de su autoría, que sigue a “¡Que viva el puto romance!”, en el que se abre el espectro del feminismo con nuevos temas.
Ahora intento hablar de distintos tipos de amor. Con este tema cierro una etapa muy bonita de mi vida tras el éxito que tuve con “Capítulo”, un disco de género pop-latino, con el que me di a conocer en varios países.
¿Cómo vive las giras?
En las actuaciones o giras por EE.UU. es más fácil compatibilizar con mi familia, con mi hijo, y puedo no estar fuera muchos días. Tengo la suerte de vivir en “el centro del mundo”, porque desde Santo Domingo me queda todo cerca, encima estoy bien rodeada de gente de confianza que me recuerda quién soy, si se da el caso.
¿Cuándo vendrá a España a mostrar su música?
A principios del año que viene volveré a Madrid con motivo del inicio de la nueva gira, ya que vimos que este es uno de los países donde mi música suena más y me he puesto en ocasiones a la cabeza en Spotify. Acabo de recibir una propuesta para hacer cine poco antes de empezar la promoción de la gira, pero la rechacé por la música.