“Testimonio de acoso y resistencia durante la tiranía tiene hermanos temáticos”
En estos días de medio año pandémico, Jeanne Marion-Landais goza las mieles derivadas de la buena acogida que ha tenido su libro Testimonio de acoso y resistencia durante la tiranía, de la colección bibliográfica del Banco Central, por el que exploró meandros de la intrahistoria de la oposición contra el dictador Rafael Leónidas Trujillo.
A la vez, ella ha regalado a sus lectores inestimables testimonios sobre las vidas de María Mercedes (Pucha) Rodríguez Vásquez y de su padre Juancito Rodríguez, considerado por muchos como el enemigo número uno de Trujillo, osadía que lo condujo, desde un largo exilio, a sufragar expediciones para derrocar la satrapía y a sufrir la pérdida de su cuantiosa fortuna, de familiares y relacionados, asesinados por la autocracia del pasado siglo.
Gentilmente, la autora, diestra en labores editoriales, respondió varias preguntas para Diario Libre sobre su obra, publicada en el contexto de la conmemoración del 60 aniversario del ajusticiamiento de Trujillo.
—¿Imaginó que la publicación de su libro fuese a provocar tantas reacciones positivas y sorpresas?
La verdad es que ha habido reacciones muy positivas de gente cuyo trabajo respeto y estoy muy agradecida. Este libro fue evaluado por el comité editorial del Banco Central y considerado merecedor de publicación. Cuando estuvo diagramado, le pregunté a Frank Moya Pons si aceptaría prologarlo, dándole la posibilidad de decir que no. Yo sé lo auto exigente que es, como, de hecho, se refleja en su obra, que es erudita, agradable de leer e impecable en términos de factura. Entonces, él casi tiene el compromiso con su propio trabajo de no escribir con algo que no considere digno. Él no solo aceptó, sino que hizo un prólogo muy positivo. Después, cuando el libro salió a la venta, motu proprio, envió este prólogo a este mismo medio y eso contribuyó a darle mayor difusión. Así que, sí, estoy muy agradecida y valoro inmensamente lo que todo esto significa para el libro y para su mensaje. También, esta misma entrevista, a cargo de una mujer que es Premio Nacional de Periodismo y que fue la primera en publicar un artículo sobre el libro, es una acogida impresionante. Otro importante apoyo fue el de José Rafael Lantigua, ex ministro de Cultura, quien hizo una glosa completa y muy positiva. Sí, estoy muy feliz.
—¿En qué momento y por qué se dijo que tenía que escribir esa historia?
Procedí por invitación. Conocí a Pucha Rodríguez en la última década de su vida y realmente me gustaba pasar tiempo con ella. Durante sus últimos meses de vida sufrió una afección al hígado como consecuencia de un medicamento que había tomado para la memoria y yo fui a visitarla varias veces. En una de esas ocasiones, su cuñada, Carolina Ornes, me dijo que tenía notas manuscritas de Pucha, pero que ella no se sentía con fuerzas para completarlas. Yo lo asumí y luego conté con la ayuda de muchas personas, la primera, su hija Iliana, que me facilitó otras notas, además de las que me había dado Carolina. También Cynthia Santos, que me ayudó con la transcripción y, una casualidad de la vida, Analía Álvarez, que era su sobrina nieta política, pero que llegó a mi vida por otras vías, colaboró mucho en la preparación. El punto es que, para mí, darle forma de libro a estas notas fue la ocasión de seguir compartiendo con ella…
—¿Podremos esperar otros trabajos suyos parecidos a esta obra testimonial?
Ningún libro es individual, ni en sí mismo (he mencionado cómo uno trabaja con colaboradores) ni en la trayectoria de quien lo escribe. Eso me lo dijo Víctor Durán cuando preparamos juntos un libro sobre arquitectura popular dominicana: “Cuando ese libro esté con sus hermanitos, la portada debe parecerse a las de los demás”. Testimonio de acoso y resistencia durante la tiranía tiene hermanos temáticos que son todos lo que se han escrito sobre la dictadura y sobre mujeres destacadas, y tiene hermanos de madre, que son los que he ido coordinando o escribiendo yo.