Tres de la nueva generación de dominicanos que busca lugar en Grandes Ligas
Cuando se inicie la campaña de pelota de las Grandes Ligas, aplazada en dos ocasiones por los efectos de la pandemia provocada por el coronavirus COVID-19, una nueva generación de peloteros dominicanos busca establecerse en este espectáculo tras primeros años en los que brillaron.
Querrán seguir los pasos de Sammy Sosa, Vladimir Guerrero, Moisés Alou, Manny Ramírez, quienes se adueñaron de una época gracias a su ofensiva de poder, que motivaban confianza en los lanzadores de sus equipos y precaución del lado contrario.
En esta ocasión escribiremos sobre Juan Soto y Víctor Robles, de los Nacionales de Washington y Eloy Jiménez, de los Chicago White Sox, un trío de quisqueyanos que ha demostrado que pertenecen a la élite entre los jardineros del béisbol organizado, tomando como referencia su temporada del 2019.
Las dos primeras temporadas de Soto lo proyectan como una estrella de la pelota.
Su gran actuación en la serie de campeonato de la Liga Nacional y en la Serie Mundial, fue clave en la corona de los Nacionales de Washington, que dieron la gran sorpresa y vencieron a los Astros de Houston de Justin Verlander y Gerrit Cole, considerado dos de los mejores lanzadores abridores de la campaña 2019; el primero con récord de 21-6 y efectividad de 2.58 y el segundo con 20-5 y 2.50 en la ronda regular.
En el 2019 Soto puso números sorprendentes. Registró un promedio de bateo de .289, porcentaje de embasarse de 401 y slugging de .548; pegó 34 cuadrangulares, 32 dobles, 110 carreras anotadas y 110 remolcadas, números para ser considerado Jugador Más Valioso en cualquier liga de pelota, mérito que fue para Cody Bellinger de los Dodgers de Los Ángeles del Oeste de la liga.
La firma en 2013 de Jiménez generó expectativa por ser considerado un jugador de gran potencial. Finalmente debutó el año pasado en las Grandes Ligas con los White Sox y disparó 31 jonrones, empujó 79 carreras, anotó 69, y logró promedio de bateo de .267 junto a un .315 OBP, .513 de porcentaje de slugging y 828 de OPS.
Este año se confía en que vuelva por la senda de la estelaridad. Por eso los Medias Blancas le otorgaron, antes de comenzar la pasada temporada un contrato de seis años y $43 millones, el más alto para un jugador miembro de una organización que no había acumulado tiempo de servicio en las Grandes Ligas para aspirar a un contrato de esta vigencia.
Jiménez terminó cuarto en las votaciones de Más Valioso y brilló con el guante al ser el quinto mejor porcentaje de fildeo en su posición en la Liga Americana con 985.
En su primera temporada completa con los Nacionales de Washington en el 2019, el mostró una versatilidad que podría convertirlo en uno de los jugadores más emocionantes del béisbol.
En 155 partidos pegó 17 cuadrangulares y se robó 28 bases, mostrando su combinación de poder y velocidad, pero fue en la parte defensiva donde Robles mostró su máximo potencial.
Fue el mejor en asistencia entre los jardineros centrales de las Grandes Ligas con 12 asistencias y 22 carreras salvadas y ello debido a su gran velocidad para cubrir terreno en su posición.
Algo negativo y muy marcado fue su cantidad de poches y su bajo porcentaje de embasarse.
Existen grandes expectativas para Robles en esta próxima temporada, especialmente por su progreso en los aspectos ofensivos donde debe mejorar en reducir los ponches (134) y mejorar su porcentaje de embasarse de .326, y recibir más que las 30 transferencias del año pasado