Trump y Biden cabeza a cabeza en elecciones en Estados Unidos con gran suspenso
El presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden quedaron cabeza a cabeza la madrugada del miércoles en su carrera por la Casa Blanca, en unas elecciones de gran suspenso cuando faltaba conocerse el desenlace en varios estados clave.
En comicios marcados por la polarización y una histórica crisis sanitaria, económica y social, el mandatario republicano acusó a su oponente de intentar “robarse” la votación, sin ninguna evidencia que lo respaldara y mientras continuaba el escrutinio.
“Estamos muy por delante, pero ellos están tratando de robarnos la elección”, dijo Trump en un tuit que inmediatamente fue etiquetado como “engañoso” por Twitter.
Poco antes, desde su feudo de Wilmington, Delaware, Biden había declarado que estaba “en camino” de lograr la victoria.
“¡Mantengan la fe, ganaremos!”, prometió el exvicepresidente de Barack Obama frente a simpatizantes congregados dentro de sus automóviles. “Esto no se acaba hasta que cada voto sea contado”.
Y, pidiendo paciencia sobre los resultados, añadió: “Tenemos confianza en Arizona”, un estado crucial que según el pronóstico de la cadena Fox News quedaría para los demócratas.
Según las proyecciones de los principales medios, Trump se quedó con Florida y Iowa, donde ganó en 2016; con Ohio, en el que desde 1964 ganaron todos los candidatos que llegaron a la Casa Blanca; y con Texas, un bastión republicano desde 1976.
Como ocurrió hace cuatro años con Hillary Clinton, Biden puede ganar el voto popular y perder la Casa Blanca si no consigue los 270 votos electorales necesarios, de un total de 538 que integran el Colegio Electoral según el sistema de sufragio universal indirecto.
Hasta ahora, Biden acumulaba 223 votos electorales, frente a los 175 de Trump.
Todo indica que el resultado estará supeditado a en los estados del Medio Oeste: Michigan, Pensilvania y Wisconsin, donde el escrutinio podría continuar el miércoles.
Carolina del Norte también podría cambiar el curso de las elecciones.
“Si Trump gana Florida, Carolina del Norte y Ohio, pero Biden Arizona, Biden es favorito en un 85 % en nuestro modelo. Pero hay un 6 % de posibilidades de empate en el Colegio Electoral”, tuiteó el sitio especializado FiveThirtyEight.
Con un récord de más de 100 millones de estadounidenses que votaron de manera anticipada, los resultados finales definitivos podrían tardar muchas horas aún, o incluso días.
Los centros electorales irán cerrando durante toda la noche, hasta las 06H00 GMT, cuando se emitan los últimos votos en Alaska.
En medio de una pandemia que se ha cobrado la vida de más de 231,000 estadounidenses, los demócratas soñaban con teñir de azul el mapa rojo surgido en 2016.
Como era de esperar, los dos septuagenarios se aseguraron estados en los que ya contaban ganar: Alabama, Arkansas, Indiana, Kentucky y Tennessee, entre otros, fueron para Trump, mientras Biden se alzó con Illinois, Virginia, Nueva York, Colorado, Delaware y la capital federal Washington.
Trump, de 74 años y primer presidente que busca renovar su mandato tras ser absuelto en un juicio político, se mostró confiado de derrotar a Biden, de 77 y en su tercera postulación a la presidencia.
Las cosas van “MUY BIEN”, tuiteó. También aseguró no estar pensando en el discurso de concesión o de aceptación. “Ganar es fácil. Perder nunca es fácil, al menos para mí no lo es”, dijo en Arlington, Virginia.
Más temprano minimizó afirmaciones de que planeaba declararse vencedor antes del final del escrutinio. “No hay motivos para juegos”, declaró a Fox News.
Biden, se dijo “supersticioso” para anticipar nada, pero destacó la “participación abrumadora, en particular de jóvenes y mujeres, afroestadounidenes” como algo auspicioso.
Considerado senil por Trump, Biden donde tuvo una serie de lapsus el martes mientras se encontraba con votantes: confundió a una nieta por otra y aludió equivocadamente a su hijo fallecido Beau.
Además de la presidencia y vicepresidencia, se eligieron los 435 escaños de la Cámara de Representantes, donde los demócratas conservaron su mayoría.
También está en liza cerca de un tercio del Senado, donde los republicanos arriesgan perder su ventaja de 53-47.
Por ahora celebran el triunfo del senador aliado de Trump Mitch McConnell, líder la mayoría republicana reelegido en Kentucky, según proyecciones.
Roberto Montesinos, un estadounidense de origen hondureño de 71 años, votó orgulloso por Trump en Miami. “En los cuatro años que él ha estado aquí, yo estoy mejor”, dijo, y agregó: “La pandemia no es culpa de Trump, el que diga eso es un ignorante”.
“No sé como alguien puede querer a Trump, quiero que lo arresten”, dijo en California, Alex Tovar, un mexicano que lleva 40 de sus 58 años en Estados Unidos
Tovar es de East LA, una localidad de Los Ángeles donde más del 95 % de la población es latina.
Según una encuesta de la consultora Latino Decisions, Biden le ganó a Trump entre los votantes latinos en todo el país por unos 43 puntos.
Durante meses, Trump ha planteado el fantasma de una “izquierda radical” dispuesta a transformar la principal potencia mundial en una “Venezuela a gran escala”.
Biden, apoyado por Obama, multiplicó las advertencias contra las consecuencias potencialmente devastadoras de un segundo mandato de Trump para la democracia, considerándolo el “peor presidente” de la historia de Estados Unidos.
La posibilidad de que el país vire al azul, o se mantenga en rojo, hace temer disturbios, luego de las manifestaciones a veces violentas contra el racismo que sacudieron al país este año.
La capital, como otras grandes ciudades, tenía los comercios y oficinas tapiadas y las fuerzas policiales en máxima alerta.
En Nueva York, frente a la famosa Trump Tower, se desplegó un impresionante dispositivo de seguridad.
Con música, baile y consignas políticas, cientos de partidarios de Biden se congregaron la noche del martes en la Plaza Black Lives Matter de Washington, frente a la Casa Blanca, un lugar símbolo de la oposición a Trump.